La multialergia quiere decir que una persona es alérgica a varios alimentos; y las frutas, los huevos y los lácteos son los tres alérgenos más comunes entre los usuarios de los comedores escolares, representando cerca de uno de cada dos casos de alergias alimentarias. En total, el 3 % de los alumnos presenta algún tipo de intolerancia relacionada con la alimentación.
Así se refleja en el IV Observatorio Mediterránea del Comedor Escolar elaborado por Mediterránea Group junto con la Asociación ATX Elkartea, una entidad independiente que defiende los derechos de las personas con multialergia, dermatitis atópica y asma.
Para elaborar este documento han analizado los datos de los 11,85 millones de comidas que Mediterránea Group dio a 67.000 alumnos en 400 colegios en España en el curso 2022/2023.
Los datos indican que a las frutas, huevos y lácteos, les siguen las categorías de legumbres y de verduras y hortalizas (ambas con 7,6 %), el gluten (7,5 %) y los pescados (7,3 %). Por su parte, otros alérgenos conocidos como los frutos secos y con cáscara (3,7 %) y la intolerancia a la lactosa (3,6 %) también ocupan posiciones dentro del Top-10 en esta edición del Observatorio.
En lo referente al grupo de las frutas en el caso de las alergias, los frutos rojos (40 %), los melocotones (12,8 %) y los kiwis (12 %) son las tres que más alergias causan; mientras que los plátanos (5 %), el melón (4,8 %) y la sandía (3 %) son los tres siguientes; y un 7,4 % de los casos de esta categoría se corresponden con la alergia general a la fruta.
Por su parte, las lentejas son el alimento que más se especifica como causante de la alergia a las legumbres (30 %); seguido de las alubias (10,1 %) y los garbanzos (8,4% ), mientras que el 36,7 % de los casos de esta categoría se tratan de alergias genéricas a las legumbres.
En cuanto a las verduras, los tomates suponen el 26,6 % de las alergias, por delante del maíz (10,1 %), las zanahorias (9 %) y la cebolla (8,6 %).
Las reacciones alérgicas aparecen por lo general en los primeros 30-60 minutos posteriores a la ingestión del alimento en cuestión y afectan más frecuentemente a la piel, en forma de urticaria, y la boca con picor, y además, se pueden producir vómitos, dolor de tripa o diarrea y hasta rinitis, broncoespasmo y anafilaxia, algo que puede poner en peligro la vida.
Entre las personas con algún tipo de alergia alimentaria, el 22 % padece alergia a dos o más alimentos, mientras que el 11 %, a tres o más. En este sentido, la realidad de las multialergias, amplificada por la reactividad cruzada, constituye un desafío particular dado que puede llevar a reacciones con otros alérgenos aparentemente no relacionados.
Es el caso de la reactividad cruzada y del Triángulo de las Alergias, concepto ideado por la Asociación ATX Elkartea para identificar aquellas personas que presentan una alergia alimentaria, asma y dermatitis atópica. Según datos internos de esta organización, la prevalencia de las alergias constituye un desafío significativo para la salud de tres de cada 10 personas, lo que supone alrededor de 15 millones de españoles, una cifra que abarca una amplia gama de reacciones alérgicas que incluyen tanto las alimentarias como las ambientales, como ocurre con la alergia al polen.
Además, desde la asociación apuntan que aproximadamente el 40 % de los nacimientos del país presentaron casos de multialergia el año pasado, lo que representa un 7 % más en comparación con los datos del año previo, lo que para la organización pone en valor la necesidad de depositar más esfuerzos en esta investigación y atender de manera personalizada a las necesidades alimenticias de estos usuarios.