El broncoespasmo es la contracción de los músculos que recubren las vías respiratorias (bronquios) en los pulmones, lo que hace que estas se estrechen y cueste más respirar; de manera que al no permitir que entre o salga tanto aire de los pulmones, limita la cantidad de oxígeno que entra en la sangre y la cantidad de dióxido de carbono que sale de ella.
El broncoespasmo se manifiesta a traves de síntomas como sonidos de silbido al respirar (sibilancia), falta de aire (disnea), dolor en el tórax y tos al inhalar aire; y normalmente, afecta a personas con asma y alergias.
Entre sus causas más comunes destacan la exposición a alérgenos o el ejercicio, pero también el consumo de medicamentos tan recurrentes como el ibuprofeno.
En este sentido, Marilyn E. Morris, presidenta del departamento de ciencias farmacéuticas de SUNY Buffalo, ha explicado que este fármaco «calma la inflamación al inhibir una enzima que reduce la producción de unas sustancias llamadas prostaglandinas. El problema es que interferir en la producción de prostaglandinas podría exacerbar el asma. Por eso, el prospecto del ibuprofeno advierte a las personas asmáticas que tengan cuidado».
Por su parte, David Craig, especialista del Moffitt Cancer Center ha detallado que «los asmáticos que tienen una sensibilidad demostrada a antiinflamatorios no esteroideos (Aine), como el ibuprofeno, podrían tener un evento de broncoespasmo potencialmente mortal. Estos pacientes deben hablar con sus médicos sobre opciones alternativas para controlar el dolor».
Otros supuestos en los que se desaconseja el consumo de ibuprofeno es a los pacientes con enfermedades del corazón, a aquellos que estén administrándose medicamentos anticoagulantes, a los que tengan problemas gastrointestinales, a embarazadas, a quienes sufren una infección del tracto urinario o a quienes padezcan artritis.
Tampoco se recomienda tomar ibuprofeno si, poco después, se pretende consumir alcohol o hacer deporte. En todos estos casos, hay que consultar con el personal médico e, incluso, buscar otras opciones.
Según los especialistas, este medicamento se debe tomar cada seis u ocho horas y nunca superar los 2.400 milígramos en un día, ya que supondría un gran riesgo y podría ocasionar efectos secundarios, como es el caso del broncoespasmo.
