¿Porque Galicia es una excepción en la histórica temporada de alergia de este año...?

¿Porque Galicia es una excepción en la histórica temporada de alergia de este año...?

Con gran parte del país en alerta roja por las alergias, algunos expertos hablan ya de una temporada histórica por los elevados niveles de concentración de polen que se están registrando. Sin embargo, Galicia aún permite un respiro a los alérgicos merced a sus especiales condiciones climáticas.

 

Según la especialista del Servicio de Alergología del centro vigués Ribera-Povisa Paula Padín, «la situación en Galicia es un poco especial por el clima que tenemos. El hecho de que llueva en los primeros meses del año, como ha sucedido este año también en el resto de España, favorece que broten las plantas y, por tanto, aumente la polinización en primavera. Pero, por otro lado, aquí la lluvia, que también es muy frecuente en estos meses del año, es beneficiosa para el paciente alérgico porque arrastra los granos de polen al suelo y reduce su concentración en el ambiente».

Con todo, esta especialista reconoce que si la situación anticiclónica se mantiene unos días y las temperaturas aumentan, los niveles de pólenes que se están registrando son más altos que otros años, aunque la humedad ambiental también hace que los picos no lleguen a ser tan altos como en otras zonas de la península.

En Galicia, el periodo de mayores picos suele ser entre los meses de abril y julio, sobre todo por las gramíneas, aunque también existen otros pólenes como la parietaria, muy frecuente en zonas de Vigo y Pontevedra, cuya temporada de polinización se extiende casi todo el año. En este sentido, la experta ha detallado que «sus síntomas son mucho más persistentes porque podemos encontrar casos de alergia ya desde marzo y hasta el mes de octubre».

Desde hace tiempo, los alergólogos advierten del aumento no solo del número de casos de alergia a pólenes, sino del aumento de su severidad. A esto contribuye, según la doctora Padín, el cambio climático y la contaminación. Según esta alergóloga, el calor aumenta la polinización, lo que hace que la exposición al polen comience antes y finalice más tarde.

Por otro lado, la polución hace que en los entornos urbanos haya más personas sensibles a estos alérgenos que en el medio rural, especialmente en las zonas cercanas a autopistas. En este sentido, la especialista ha remachado que «el plátano de sombra, uno de los árboles que suelen plantarse en las ciudades y cuyo polen es bastante alergénico también hace que el paciente urbano sea más susceptible a ser alérgico que el paciente de campo».

En cuanto cómo continuará la temporada de alergia primaveral, todo dependerá de si el tiempo es anticiclónico o aparecen las lluvias para descargar los niveles de concentración de polen y de si se dan otros factores, como el viento, ya que este expande las partículas.

Las tormentas eléctricas, que son frecuentes en esta época del año, al ir acompañadas de viento, también aumentan las cargas de polen.

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