La Federación Catalana de Entidades contra el Cáncer (FECEC) ha puesto en marcha la campaña ¡No te juegues la piel!, con el fin de concienciar a la población en general sobre la importancia de protegerse de las radiaciones solares para evitar desarrollar cáncer de piel.
La iniciativa está dirigida a los monitores de clubes de ocio para niños con el fin de que les enseñen cómo protegerse la piel frente a la exposición al sol. En este sentido, Clara Rosas, gerente de la Federación Catalana de Entidades contra el Cáncer ha indicado que “la piel de los niños no está totalmente desarrollada como la de los adultos, lo que hace que sea más vulnerable a sufrir quemaduras por el sol”.
La organizacion ha advertido de que el melanoma, un tipo de cáncer de piel, afectará a 9.408 personas este año en España; además de que los efectos negativos de la exposición incorrecta al sol son acumulativos, aunque los niños no suelen sufrir esta enfermedad. Sin embargo, han insistido de que para evitar que en la etapa adulta se puedan desarrollar melanomas u otros tipos de cáncer de piel, es importante proteger la piel desde edades tempranas.
Según ha apuntado Rosas en este sentido, “la piel tiene memoria, por lo que todas las quemaduras solares y la exposición incorrecta se acumularán en la piel aumentando el riesgo de que cuando sean adultos puedan desarrollar una patología oncológica”.
Desde la FECEC insisten en que una exposición incorrecta al sol puede generar diferentes problemas en la piel como quemaduras, carcinomas o melanomas, así como un envejecimiento prematuro de la piel.
La campaña incide también en que, en el periodo estival al realizarse más actividades al aire libre por el buen tiempo, es importante que los niños se protejan con crema solar FPS + 50 también en los días nublados, usen gorra, ropa de algodón o con protector UV y gafas de sol, busquen espacios de sombra y se apliquen crema hidratante después de haberse expuesto al sol.
Asimismo, es esencial una adecuada hidratación para evitar insolaciones, por lo que deben tener siempre a su alcance agua fresca y beber regularmente mientras realizan actividades en la playa, la montaña o la nieve, ya que en invierno también es necesario estar hidratado por la altitud y la refracción de la nieve.
Además, resulta recomendable disponer de toallitas refrescantes y protector labial. En función de la edad, los profesionales sanitarios destacan que es fundamental tener en cuenta una serie de recomendaciones: no exponer a los menores de seis meses directamente al sol; a los menores de tres años aplicarles y reaplicarles, cada dos horas, protectores solares con filtros físicos o inorgánicos, que tienen un menor poder alergénico y, a partir de esa edad, se pueden emplear los filtros químicos orgánicos, siempre con FPS +50.
En cuanto al tipo de producto: bruma, crema o espray, resulta indiferente, siempre que el factor de protección sea adecuado, se aplique correctamente alrededor de dos dedos por cuadrante de cuerpo y se reaplique cada dos horas. Además, si se va a hacer deporte o sumergirse en el agua, es recomendable disponer de fotoprotectores waterproof, que resisten 80 minutos de inmersión, o water-resistant, que resisten a 40 minutos de inmersión.
Por último, recomienda también a los adultos que tengan niños a su cargo que consulten en su móvil el índice de rayos ultravioleta para conocer qué medidas especiales deben tener en cuenta en función del índice del día.
