La incidencia de alergias alimentarias está creciendo en España y, según el resultado de una serie de estudios epidemiológicos elaborados por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), se sitúan como la quinta causa de consulta de adultos y la tercera de niños en los servicios de alergología.
Participantes en el XXXIV Congreso Nacional de esta sociedad celebrado en Santiago de Compostela, analizaron cómo abordar los casos graves y cómo mejorar el diagnóstico, el manejo y el tratamiento de este tipo de alergias.
En cuanto a la prevalencia entre los menores, los registros europeos apuntan a la leche de vaca y el huevo de gallina como los más frecuentes durante los dos primeros años de vida, seguidos de los frutos secos y el cacahuete en concreto.
Además, se observa una diferencia geográfica, ya que en países del área mediterránea hay mayor propensión a desarrollar alergia al melocotón, a la lenteja y la nuez; mientras que en el caso de España, el melocotón se sitúa como uno de los tres principales alimentos que provocan alergia en la población, junto al melón, las gambas y el pescado.
De esta manera, según esta organización, las enfermedades alérgicas tienen una tendencia genética, mientras que las razones por las que se conocen más casos se basan en que las técnicas de diagnóstico han mejorado, al tiempo que se ha observado una mayor concienciación en la población.
Normalmente, las personas que sufren una reacción alérgica a una sustancia determinada, también desarrollan sensibilidad a otra debido a sus características similares, de manera que quienes sufren reacción a un polen en concreto, son vulnerables a sus frutas o a un grupo completo de alimentos.
Sobre posibles tratamientos, desde la SEIAC recuerdan que antes el único eficaz consistía en evitar el alimento y contar con la medicación de emergencia adecuada por si se ingería de forma accidental; pero ahora, la inmunoterapia con alimentos es la primera modalidad de tratamiento activo para conseguir la desensibilización a dicho producto, si bien se está investigando para ir más allá y poder ofrecer “una medicina de precisión y personalizada”.