La alergia a lalgún medicamento supone un gran problema para aquellos que la sufren, ya que limita las opciones de tratamientos de distintas enfermedades y obliga a los pacientes a usar fármacos alternativos que son, con frecuencia, menos eficaces, por lo que acaba repercutiendo en su calidad de vida.
Para detectar estas alergias, existe el test de activación de basófilos, una prueba de laboratorio poco invasiva con una muestra de sangre; sin embargo, aunque existe un consenso entre los profesionales sobre la utilidad de esta técnica, los protocolos no están aún completamente estandarizados, por lo que no se dispone de unas indicaciones concretas sobre cómo ejecutarla e interpretar los resultados correctamente.
Por ese motivo, un grupo de investigadores malagueños, perteneciente al equipo multidisciplinar de alergia del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA Plataforma Bionand), ha decidido tomar la iniciativa y publicar un documento de consenso, fruto del trabajo de un grupo de expertos europeos, en el que establecen diferentes recomendaciones que deben ser tenidas en cuenta por los profesionales del campo de la alergología a la hora de aplicar este test de activación de basófilos, unas células del sistema inmunológico que intervienen en estas reacciones alérgicas, para diagnosticar reacciones inmediatas a medicamentos.
El trabajo ha sido publicado en la revista Allergy y está liderado por investigadores del grupo de ‘Enfermedades alérgicas a fármacos y alérgenos’, cuyas investigadoras responsables son la catedrática de la Universidad de Málaga y coordinadora científica del área ‘Enfermedades autoinmunes, infecciosas, inflamación y alergia’ de Ibima, María José Torres, y la doctora Cristobalina Mayorga, co-investigadora responsable del grupo de alergia.
Según ha explicado la doctora Torres, “se realizó en primer lugar una encuesta de opinión a profesionales que evalúan pacientes con reacciones inmediatas a medicamentos sobre el uso y utilidad del test de activación de basófilos para el diagnóstico de esta enfermedad”, y a partir de los resultados de dicha encuesta y teniendo en cuenta las necesidades que surgieron, “el grupo de trabajo ha realizado este documento de consenso aportando una serie de recomendaciones de uso de la técnica”.
El trabajo, que partía del desafío que actualmente representa la evaluación de este tipo de reacciones a través de métodos in vitro, se ha realizado en el seno de un Grupo de Trabajo de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI) en el que han participado expertos de diferentes países europeos, por lo que el consenso final es de carácter internacional.
La ausencia de esta guía es lo que provocaba que esta técnica no se hubiese trasladado aún a la práctica clínica de forma amplia, ya que, pese a que se habían han publicado estudios sobre su uso para diferentes tipos de fármacos, sobre todo para evaluar reacciones graves, los protocolos no estaban aún completamente estandarizados en cuanto a términos de identificación celular y marcadores de activación, es decir, el momento ideal de su realización; así como las concentraciones y manejo de los fármacos.
Esta falta de estandarización suponía un obstáculo en el diagnóstico de reacciones inmediatas a medicamentos, ya que el test de activación de basófilos representa una alternativa más segura a la provocación con fármacos, técnica utilizada hasta ahora y que consiste en dar al paciente cantidades cada vez mayores del fármaco para ver si la reacción se produce, además de ser la única opción para algunos casos particulares.
Así lascosas, según han afirmado los investigadores, “se ha observdo que, debido a la complejidad de los fármacos, no existen protocolos estandarizados que consideren aspectos específicos como la naturaleza de los fármacos, el bajo nivel de IgE en sangre (el principal marcador que se usa para el diagnóstico) o capacidad de los basófilos para activarse, lo cual es necesario para una correcta ejecución e interpretación de los resultados”.
Por este motivo, a partir de estos resultados, el grupo de expertos ha realizado esta serie de recomendaciones para “guiar a los usuarios del test de activación de basófilos en la evaluación de reacciones inmediatas a fármacos de manera correcta dependiendo del tipo de medicamento”.
Según subrayan los investigadores, gracias a esta guía, el test se posiciona en el algoritmo de diagnóstico de manera más precisa; al tiempo que resaltan que la estandarización de esta técnica resulta importante "si queremos generalizar más allá del laboratorio individual y contribuir a que se logre un diagnóstico preciso de los pacientes de la forma más segura posible".
