El consumo gradual de mantequilla de cacaute podría ayudar a desensibilizar a los niños con alergia a este alimento, según una investigación publicada en la revista NEJM Evidence, que sugiere que e el 100 % de los participantes que inicialmente toleraban medio cacahuete lograron consumir tres cucharadas de mantequilla de cacahuete sin reacciones adversas después de 18 meses de tratamiento.
Este estudio, liderado por investigadores de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, incluyó a 73 niños de entre 4 y 14 años con alergia al cacahuete de umbral alto; y sus participantes fueron divididos en dos grupos: uno que evitó el cacahuete y otro que siguió un régimen de ingesta progresiva, comenzando con 1/8 de cucharadita de mantequilla de cacahuete y aumentando la dosis cada ocho semanas hasta alcanzar una cucharada diaria.
Para evaluar la efectividad del tratamiento, los niños que participaron en la fase de ingesta progresiva fueron sometidos a una prueba de provocación oral supervisada, en la que se determinó cuánta cantidad de mantequilla de cacahuete podían consumir sin desarrollar reacciones alérgicas.
Los 32 niños que formaron parte de esta fase del ensayo lograron tolerar la cantidad máxima de nueve gramos de proteína de cacahuete, el equivalente a tres cucharadas de mantequilla de cacahuete; mientras que en comparación, solo tres de los 30 niños que evitaron el cacahuete lograron tolerar la misma cantidad sin sufrir reacciones adversas.
El benralizumab es un anticuerpo monoclonal que se usa en el tratamiento de mantenimiento para el asma grave. Ahora, este ensayo clínico en fase 2 ha probado su uso en ataques de asma o exacerbaciones de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) en 158 pacientes. Un aspecto clave del estudio fue la evaluación de la durabilidad de la tolerancia adquirida, para lo que los niños que lograron consumir la cantidad máxima de mantequilla de cacahuete continuaron ingiriendo al menos dos cucharadas por semana durante 16 semanas, seguido de un período de ocho semanas sin consumir cacahuete.
Al finalizar este periodo, se realizó una nueva prueba de provocación oral, y 26 de los 30 niños que formaban parte del grupo de ingesta progresiva continuaron tolerando la cantidad máxima, lo que indica que habían logrado una insensibilidad sostenida al cacahuete.
Según ha afirmado Scott Sicherer, autor principal del estudio y director del Instituto de Alergias Alimentarias Elliot y Roslyn Jaffe en el Hospital Pediátrico Kravis del Monte Sinaí, «nuestro estudio sugiere una vía segura, económica y efectiva para tratar la alergia al cacahuete en este grupo de pacientes».
El enfoque tradicional para tratar la alergia al cacahuete hasta la fecha pasaba por evitar totalmente el alimento, pero en los últimos años la inmunoterapia oral ha surgido como una opción prometedora. Sin embargo, los estudios previos se han centrado en personas con alergia de umbral bajo, es decir, aquellas que reaccionan a cantidades extremadamente pequeñas de cacahuete.
Este nuevo estudio demuestra que los niños con alergia de umbral alto, es decir, que pueden tolerar al menos medio cacahuete, también pueden beneficiarse de un tratamiento de exposición gradual.
Julie Wang, coautora principal del estudio y profesora de Pediatría en la Escuela de Medicina Icahn, ha comparado estos hallazgos con descubrimientos previos sobre alergias alimentarias, rspecyo a lo que ha explicado que «hace años, cuando se recomendaba a los alérgicos a la leche y al huevo evitar completamente estos alimentos, descubrimos que la mayoría podían tolerarlos en productos horneados, lo que cambió por completo el enfoque del tratamiento. Ahora estamos viendo un fenómeno similar con el cacahuete».
Debido al éxito del ensayo, los expertos planean ahora expandir la investigación a otros alérgenos alimentarios y optimizar métodos para identificar a los candidatos ideales para este tratamiento; al tiempo que buscan realizar estudios aún más amplios para evaluar la efectividad y seguridad del método en distintas poblaciones y edades.