Ordenan la retirada de un pescado contaminado con anisakis

Ordenan la retirada de un pescado contaminado con anisakis

El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (Rasff) ha emitido una alerta alimentaria por la presencia de anisakis en un pescado procedente de Marruecos y destinado al mercado español. En concreto, se trata de unas huevas de merluza contaminadas con el parásito.

 

Tal y como se advierte en la alerta publicada a nivel europeo, el pescado infectado fue detectado en un control fronterizo en nuestro país y el envío fue detenido. Aún así, el Rasff ha calificado la incidencia como "grave". El Rasff es una herramienta concebida para intercambiar rápidamente información entre las autoridades nacionales sobre los riesgos para la salud relacionados con los alimentos; de manera que cuando un país que forma parte de la red descubre un peligro para la salud, informa al resto de la red sobre el producto de que se trata y las medidas tomadas para hacer frente al riesgo.

Estas medidas incluyen: la retirada, la recuperación, la confiscación o el rechazo de los productos; y este intercambio rápido de información permite a todos los miembros del Rasff comprobar en tiempo real si también están afectados, y si es necesaria una acción urgente.

Las autoridades de los países afectados tienen la responsabilidad de tomar las medidas de emergencia necesarias, entre las que se incluye informar directamente al público, retirar productos del mercado y realizar controles sobre el terreno.

El anisakis es un parásito que puede encontrarse en el pescado que comemos y provocar graves alteraciones digestivas como dolor abdominal intenso, nauseas, vómitos y gastroenteritis. Los síntomas suelen aparecer entre 24 y 48 horas después de la ingesta del pescado contaminado. Se trata de un problema muy común, ya que en España hasta el 36 % del pescado tiene anisakis, especialmente si procede del Cantábrico (50 %), según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

En el pescado fresco el parásito está vivo y en movimiento; y al morir el pez, se traslada a los músculos y forma un quiste. Si comemos pescado crudo, poco hecho o marinado aumenta el riesgo de ingerirlo.

Para evitar sustos, la OCU recomienda congelar el pescado a una temperatura inferior a los -20 ºC durante, al menos, cinco días. Este tiempo es orientativo y dependerá del tamaño del pescado; y si no se trocea la pieza en filetes o rodajas, lo mejor es alargar el tiempo de congelación. Si el pescado se va a cocinar frito, asado o guisado no es necesario congelarlo porque las altas temperaturas (a partir de 60 ºC) medidas en el centro del pescado durante al menos un minuto inactivan el anisakis.

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