El llantén, una planta silvestre que crece habitualmente en los bordes de caminos y prados gallegos, ha sido reconocida por algunos expertos en botánica y fitoterapia como un remedio natural eficaz para tratar síntomas de alergias, afecciones respiratorias y problemas cutáneos.
A pesar de contar con una apariencia humilde, esta hierba, denominada técnicamente Plantago major o Plantago lanceolata, posee un conjunto de propiedades medicinales que la convierten en un tesoro para la salud natural. En este sentido, Gabriel, creador del canal de YouTube Cosas del Jardín, ha detallado que "esta planta cura todo y crece en todos lados, por eso es que vale oro para tu salud", para añadir que, ademas, "es cicatrizante, antiinflamatorio, sirve para curar trastornos respiratorios como tos y flema, y también cura todo tipo de problemas digestivos e intestinales".
El llantén ha sido utilizado por las medicinas ancestrales de todo el mundo, y aunque es posible encontrarlo en herbolarios y farmacias en formatos como deshidratado, extracto, tinturas y suplementos, lo más sorprendente es que crece de forma silvestre en nuestro entorno... y según explica Gabriel, "lo maravilloso de esta planta es que también se puede conseguir gratis en terrenos y jardines creciendo como una maleza".
El llantén contiene una rica composición de principios activos que le confieren sus propiedades terapéuticas, y entre ellos destacan los mucílagos, flavonoides, taninos y alcaloides, así como la acubina, un compuesto con potentes propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas. En el ámbito respiratorio, esta planta resulta especialmente valiosa para combatir los síntomas de las alergias estacionales, ya que actúa como broncodilatador y expectorante, facilitando la expulsión de flema y aliviando la tos.
El experto ha detallado además que "sirve para curar afecciones respiratorias como bronquitis, asma, resfriado, afonía, faringitis, laringitis y voz ronca", pero además, sus propiedades antihistamínicas naturales ayudan a reducir la inflamación de las vías respiratorias y aliviar la irritación de la garganta, lo que la convierte en un aliado perfecto durante la temporada de polen y otros alérgenos ambientales.
Algunas señas de identidad de esta planta son su crecimiento en forma de roseta basal, en la que todas las hojas crecen desde la base, y sus tallos florales sin hojas, finos y verticales, con una inflorescencia en forma de espiga. Además, sus hojas presentan una textura ligeramente coriácea o gruesa, con una superficie rugosa que, al frotarla sobre la piel, impregna una humedad refrescante. ¿
El llantén puede utilizarse de diversas formas según el problema que se quiera tratar. Para afecciones respiratorias y digestivas, la infusión es el método más común, y "simplemente hay que agregar una cucharadita de hojas frescas o secas picadas en una taza, agregar agua hirviendo, dejar reposar entre 15 minutos y media hora, colar y beber", recomienda el especialista. Esta preparación puede tomarse hasta tres veces al día, preferiblemente endulzada con miel para potenciar sus efectos contra la tos.
Para uso externo, las hojas frescas pueden aplicarse directamente sobre la piel para tratar picaduras de insectos, heridas leves, quemaduras, acné y dermatitis. Para ello, "la forma más sencilla es hacer cataplasmas. Se rompe la hoja para que libere sus jugos y se aplica sobre la piel sosteniéndola con una cinta microporosa", detalla Gabriel.
Otra opción más elaborada es la preparación de un ungüento medicinal, para lo que se llenan frascos con hojas deshidratadas de llantén y se cubren con aceite de oliva, coco o jojoba. Tras dejar infusionar durante varias semanas, se cuela el aceite y se le añade cera de abejas para dar consistencia. Este ungüento puede conservarse hasta dos años y resulta ideal para tratar diversas afecciones cutáneas.
Por otro lado, las semillas de llantén, ricas en fibra, tienen un efecto laxante suave para tratar el estreñimiento y regular la digestión. En este sentido, el experto subraya que "la dosis diaria de semillas de llantén es de 10 g por día, preferentemente divididas en dos tomas, media hora antes de las comidas", destacando la importancia de acompañar su ingesta con abundante agua.
