Aunque las alergias tienen una mayor incidencia en la primavera, ciertos pólenes aparecen también en los meses fríos, lo que provoca la necesidad de aplicar remedios y medicamentos para combatir sus síntomas.
Sobre algunas de estas soluciones caseras y fármacos el Dr. Zachary Rubin, alergólogo pediátrico e inmunólogo ha advertido sobre las 5 cosas que nunca haría como alergólogo.
Uno de los temas destacados por este especialista es la difenhidramina, conocida como Benadryl, que muchos usan para dormir, y sobre la que advierte que, aunque puede ayudar a conciliar el sueño rápidamente, “no mejora la calidad del sueño y es posible que se sienta más cansado cuando se despierta por la mañana”.
Además, el especialista señala que entre el 10 y el 15 % de las personas pueden experimentar un efecto paradójico, que no es otro que se sienten más agresivos, malhumorados y no pueden dormirse, hasta el punto de que la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos prohíbe a los pilotos volar durante 30 a 60 horas tras tomar este medicamento, debido a su larga duración y sus efectos secundarios.
Por otra parte, la popular creencia de que la miel local puede aliviar las alergias también ha sido desmentida por Rubin, que aunque reconoce que es deliciosa y útil para la tos y el dolor de garganta, ha asegurado que “el polen que se encuentra en la miel local no es el polen al que usted es alérgico”. Según el especialista, la miel contiene polen de plantas polinizadas por insectos, mientras que las alergias estacionales suelen estar causadas por plantas polinizadas por el viento, como el abedul o la ambrosía, de manera que, según ha indicado, "te expones a él con regularidad, por lo que tu sistema inmunológico se irrita a esos tipos de pólenes".
El alergólogo también ha advertido sobre el uso prolongado de sprays nasales descongestionantes como la oximetazolina, y ha alertado ejemplificando que “nunca tomaría un spray de descongestión nasal durante más de unos pocos días porque podría tener una afección llamada rinitis medicamentosa, donde se produce una congestión nasal de rebote”.
Este efecto secundario podría hacer que la congestión sea peor que antes, y obligar al usuario a depender del medicamento de forma continua.
Otro producto que el experto evita son los colirios para tratar los ojos rojos como Visine, que contienen tetrahidrozolina. Sobre este particular, ha detallado que “este medicamento puede provocar un enrojecimiento de rebote que podría ser peor que antes y también puede provocar una sequedad adicional”, al tiempo que destacaba que, aunque parezca una solución rápida, puede agravar los problemas oculares.
Para terminar, el Dr. Rubin se ha posicionado en contra de las pruebas de sensibilidad alimentaria, ya que, según asegura, "no está científicamente validada para responder a una pregunta clínica”. En este sentido, ha explicado que estas pruebas suelen medir un anticuerpo llamado inmunoglobulina G, que es producido naturalmente por el sistema inmunológico al entrar en contacto con alimentos; y por tanto, "es probable que sea un anticuerpo de tolerancia, no una prueba de intolerancia o sensibilidad".