Las personas con antecedentes de alergias a productos marinos, proteínas animales o alimentos de origen bovino deben evitar el consumo de colágeno hidrolizado, ya que este suplemento suele derivarse de estos elementos.
En muchos casos, el colágeno hidrolizado se produce a partir de fuentes como pescado, vaca o cerdo, lo cual representa un riesgo considerable para quienes tienen sensibilidad a estos ingredientes. Asimismo, aquellas personas con alergias alimentarias a ciertos tipos de proteína pueden experimentar reacciones adversas al consumir colágeno hidrolizado.
Las reacciones alérgicas pueden variar desde síntomas leves, como picazón y erupciones cutáneas, hasta síntomas graves, como dificultad para respirar o hinchazón en la garganta, lo cual podría poner en riesgo su vida.
Por otro lado, quienes padecen enfermedades autoinmunes también deben ser cautelosos con este tipo de suplementos, ya que en ciertos casos, el colágeno hidrolizado podría exacerbar los síntomas de enfermedades autoinmunes, aunque esta posibilidad aún se investigó.
Consultar con un médico es fundamental antes de consumir colágeno, especialmente para quienes tengan alguna predisposición alérgica o condiciones de salud preexistentes.
En este sentido el médico estético Ramón Fernández León ha explicado que existen bioestimuladores de colágeno, es decir, sustancias utilizadas en procedimientos estéticos y médicos para estimular la producción de colágeno en la piel.
El colágeno es una proteína fundamental en la estructura de la piel que le proporciona firmeza, elasticidad y juventud que, con el envejecimiento, la exposición al sol y otros factores, disminuye, algo que puede llevar a la aparición de arrugas, flacidez y pérdida de volumen en la piel.
En este sentido, los bioestimuladores de colágeno buscan contrarrestar este proceso estimulando la producción natural de colágeno en el organismo.