El otoño es una estación del año ya cercana y en la que muchos corredores disfrutan por el buen tiempo, el paisaje y la luz. Sin embargo, también es una época en la que los alérgicos al polen lo pasan mal con los síntomas de la rinitis, la conjuntivitis, el asma o la dermatitis.
Estas molestias pueden afectar al rendimiento, al bienestar y a la motivación de los runners que salen a entrenar al aire libre. Sin embargo, no es necesario renunciar a practicar este deporte por culpa de la alergia, ya que existen una serie de trucos y consejos que se pueden seguir para minimizar los efectos del polen y disfrutar de nuestras salidas sin sufrir tanto. Entre ellos destacan:
- Consulta el nivel de polen previsto para cada día
Puedes hacerlo en la página web de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica o en aplicaciones móviles como Alerta Polen o Polen Control. De esta manera se podrán evitar los días de mayor concentración o elegir las zonas menos afectadas.
- Evita salir a correr en las primeras y últimas horas del día
Esas horas del día son las que tienen más polen en el aire, por lo que es mucho mejor optar por las horas centrales, cuando el sol hace que el polen se eleve y se disperse más.
- Evita los días de viento
En los días de viento el polen se mueve más y puede llegar más lejos, por lo que es recomendable aprovechar los días después de la lluvia o la tormenta, que limpian el ambiente y reducen el polen.
- Elige bien el lugar donde vas a correr
Evita las zonas con mucha vegetación, como bosques, campos o parques, y opta por las zonas urbanas o asfaltadas, que tienen menos polen; y si se puede, es preferible correr cerca del mar o de un río, donde el aire es más húmedo y limpio.
- Protégete los ojos con gafas de sol
Usa modelos de gafas preferiblemente envolventes, con el objetivo evitar que el polen entre en contacto con la mucosa ocular y cause irritación, picor o lagrimeo.
- Protége la nariz y la boca con una mascarilla
Es necesario hacerlo, sobre todo, si se tiene asma o un nivel de alergia muy alto. La mejor opción es la FFP2, que filtra mejor el polen y protege las vías respiratorias.
- Toma la medicación prescrita por tu médico
Los antihistamínicos, los corticoides o los antiinflamatorios pueden ayudar a prevenir o aliviar las molestias de la alergia, por lo que no hay que automedicarse ni suspender el tratamiento sin consultar con el médico.
- Hidrátate bien antes, durante y después de correr
Bebe agua o bebidas isotónicas para mantener el equilibrio hídrico y evitar la sequedad en los ojos y las fosas nasales. También se pueden usar colirios fisiológicos para calmar la irritación ocular.
- Dúchate y cámbiate de ropa después de correr
De esta manera, eliminarás el polen que se haya podido quedar adherido a tu piel, cabello o ropa, y evitarás que siga causando reacción alérgica.
- Adapta tu ritmo e intensidad al estado de tu alergia
No fuerces más de lo necesario ni te exijas demasiado si notas que te falta el aire o te cansas más rápido. Escucha a tu cuerpo y respeta tus límites.
