Los microbios tienen una gran influencia en la inmunidad humana, y los cambios anormales en estas poblaciones se han relacionado con cánceres, trastornos inflamatorios e, incluso, depresión. Sin embargo, hasta ahora ha habido un escaso conocimiento de cómo los hongos intestinales pueden afectar a la inmunidad.
La microbiota intestinal es crucial para la homeostasis intestinal y la función inmunológica, y desde hace años se le da importancia a la hora de analizar las enfermedades humanas, y más en concreto, los microbios, a menudo denominado "comensales", que habitan naturalmente en el intestino.
Se sabe que estos comensales bacterianos tienen una gran influencia en la inmunidad humana; de manera que los cambios anormales en estas poblaciones se han relacionado con cánceres, trastornos inflamatorios e incluso depresión. Sin embargo, hay escaso conocimiento de cómo afectan a la inmunidad.
Un hongo descubierto en el estómago de un ratón podría ser la clave de la evolución de estos organismos en el tracto gastrointestinal, según una nueva investigación dirigida por investigadores de la Weill Cornell Medicine de Nueva York (EEUU).
Este hallazgo sugiere que los estudios pre-clínicos han pasado por alto hasta a fecha un factor importante de la fisiología de estos animales tan utilizados para la investigación de patologías, aunque su presencia haya pasado inadvertida.
El nuevo estudio, publicado por la revista Nature, detectó que una levadura denominada Kazachstania pintolopesii, bastante abundante en el estómago de los ratones de laboratorio, les beneficia al aumentar su protección inmunológica contra los parásitos, aunque también aumenta su vulnerabilidad a algunas alergias.
Los investigadores descubrieron que K. pintolopesii puede colonizar rápidamente los tractos gastrointestinales de ratones de laboratorio, se transmite de manera confiable a los ratones recién nacidos y, de alguna manera, evade la inmunidad antimicótica de sus huéspedes al mismo tiempo que suprime parcialmente el crecimiento de otras especies de hongos, lo que sugiere que este hongo está adaptado evolutivamente para vivir en ratones y es un verdadero comensal.
En este senido, el coautor principal del estudio e investigador postdoctoral en el laboratorio, el Dr. Iliyan Iliev, ha explicado que "la presencia o ausencia de este hongo debe tenerse en cuenta en muchos tipos de estudios con ratones", al tiempo que añadía que "K. pintolopesii puede cambiar por completo el resultado experimental".
Por su parte, la coautora principal, Dra. Iris Gao, ha detallado que "si se utilizan ratones para investigar alergias, infecciones parasitarias, desarrollo de cáncer o cualquier otra área donde las respuestas inmunes de tipo 2 o tipo 17 sean relevantes, entonces este hongo puede ser un factor importante que no se debe omitir".
Los resultados del estudio concluyen que K. pintolopesii sirve como un organismo modelo valioso para estudiar el comensalismo y la inmunidad fúngica intestinal en su huésped nativo.