Las alergias alimentarias se han vuelto cada vez más comunes en España, afectando a más de dos millones de personas, y siendo especialmente prevalentes en la infancia, de manera que uno de cada cinco niños sufre algún tipo de alergia, de las cuales entre el 4 % y el 8 % son alimentarias. Además, alrededor del 50 % de estas alergias se desarrollan antes del primer año de vida.
Existen casi 200 alimentos que se pueden considerar alergénicos, pero hay algunos con mayor tasa de incidencia. En este sentido, la pediatra alergóloga Ana Martínez-Cañavate Burgos presidenta de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), ha explicado que las alergias alimentarias más comunes en niños, que son generalmente a “la leche y huevo que se ponen de manifiesto desde pequeñitos, luego con la edad van apareciendo la alergia a pescados y a frutos secos, pero en edades de niños más mayores”.
En este sentido, la doctora ha detallado que "el hecho de que un niño desarrolle alergia alimentaria generalmente tiene bastante que ver en relación con la carga familiar y la carga genética que tienen de los padres”, aunque no todos los niños son igualmente propensos a desarrollar estas alergias.
Según la doctora Martínez-Cañavate, “el que un niño desarrolle alergia alimentaria generalmente tiene bastante que ver en relación con la carga familiar y la carga genética que tienen de los padres”; es decir, los niños con padres alérgicos tienen mayor predisposición a sufrir este tipo de patologías.
Además, la doctota ha señalado que las alergias pueden desencadenarse cuando un alimento alergénico se introduce de manera puntual y aislada, con largos intervalos entre cada toma.
Estudios epidemiológicos realizados por la SEAIC muestran que las alergias alimentarias son la quinta causa de consulta en los servicios de Alergología en adultos y la tercera en niños; y ante la gravedad de los síntomas, la doctora ha enfatizado la importancia de la medicación de rescate, especialmente en casos de anafilaxia.
En este sentido, ha detallado que “la medicación de rescate es fundamental, sobre todo en cuadro de anafilaxia. Tanto los padres como los responsables del niño deben de ser capaces de administrar, saber usarla y cuando hacerlo”, al tiempo que recordaba que “siempre es mejor una adrenalina de más que quedarnos cortos a ver cómo evoluciona y a ver qué pasa”.
Así las cosas, cuando se sale a comer fuera de casa, Martínez-Cañavate recomienda preguntar sobre la “información de composición de los alimentos que se han pedido, sobre todo por frutos secos, por leche o por huevos”, ya que en ocasiones “esos alimentos pueden estar ocultos, o incluso presentes, y que el personal de cocina no sea consciente de lo que lleve”.
De esta manera, la experta incide en que “sean platos individuales, que no coma de los platos del centro de mesa, pues se puedan contaminar por tenedores o por cubiertos de otro de los presentes en la mesa”.
A pesar de que la concienciación sobre las alergias alimentarias ha mejorado en los últimos años, la pediatra subraya la necesidad de una mayor educación para que los niños alérgicos puedan identificar y evitar los alimentos peligrosos por sí mismos, y destaca que “desde pequeñitos, deben de ser capaces de preguntar y tener claro qué alimentos no puede tomar, y siempre pedir información con la pregunta de, ¿yo puedo tomar esto?”.
