La Comunidad de Madrid acaba de activar su servicio público gratuito de información diaria sobre el polen invernal presente en la atmósfera, una iniciativa de la Red Palinológica autonómica (Palinocam), coordinada por la Dirección General de Salud Pública, que se extenderá en el tiempo hasta el 30 de junio.
Este sistema permite enviar boletines con los volúmenes registrados en las estaciones de control de la región, de manera que los usuarios pueden recibirlos por correo electrónico o SMS, previa suscripción gratuita a través de Internet. Además, se pueden obtener por mensaje de móvil alertas de previsión de niveles altos de este polvo de origen vegetal. Estos avisos también se publican en las ocasiones más señaladas en las cuentas institucionales de la Comunidad.
De esta manera, Palinocam actualiza de lunes a viernes en su web los datos correspondientes a la jornada anterior e incluye cada día la predicción de los valores esperados de los tipos polínicos más alergénicos del momento para las siguientes 48 horas, incluyendo zonas geográficas.
La monitorización del polen atmosférico se realiza a partir del muestreo ininterrumpido, los 365 días del año, del aire recogido por los dispositivos (captadores volumétricos) colocados en azoteas y distribuidos en seis municipios de la región: Alcobendas, Aranjuez, Collado Villalba, Coslada, Getafe, y en las zonas de Arganzuela, Ciudad Universitaria y el Barrio de Salamanca en Madrid capital.
Los granos se depositan sobre una superficie adhesiva que se recopila manualmente a diario, para su posterior análisis, mediante microscopio óptico, en un laboratorio.
La Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad coordina este sistema de vigilancia, mientras que la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid ejerce la dirección científico-técnica, y todo ello en el marco del Comité de Expertos de la Red Palinológica regional, para establecer su estructura, funcionamiento y organización, velando por su buen funcionamiento.
En invierno, el polen de la familia cupresáceas es el más frecuente en la atmósfera, y prácticamente el único en esta estación que causa alergias. Incluyen diversas especies de árboles y arbustos, y entre los más habituales se encuentran las arizónicas utilizadas como setos en jardines de urbanizaciones.
Las concentraciones de polen en la atmósfera son más considerables a primera hora de la mañana y a última de la tarde, y aumentan de forma brusca los días de vientos fuertes y tormentas primaverales con alto contenido eléctrico. Además, es importante que la persona alérgica conozca el tipo que le genera reacción, los periodos del año en que polinizan las plantas correspondientes, la concentración en el aire y, si es posible, la predicción de los niveles.
Del mismo modo, es esencial seguir la medicación según las pautas prescritas por su facultativo y, en todo caso, evitar el contacto de estas partículas de origen vegetal con las mucosas de la boca, nariz y ojos, empleando gafas de sol y mascarillas y lavándose frecuentemente con agua fresca o suero fisiológico.