Una turista británica que voló a Ibiza desde Manchester en agosto ha denunciado que la aerolínea en la que voló ignoró su alergia, potencialmente mortal, a las fresas, tras una discusión de 45 minutos, tras la que se optó por seguir sirviendo los productos que la pasajera no podía tomar por prescripción médica.
Según el diario digital británico Deadline.co.uk, la pasajera explicó a la tripulación que sufre una alergia a este ingrediente que se transmite por el aire, y que puede provocarle un shock anafiláctico. Por este motivo cuenta que siempre que vuela informa debidamente a la tripulación para que no se sirvan productos que lo contengan durante el vuelo.
En este caso, según ha contado esta británica, el personal no solo ignoró sus súplicas después de una deliberación “degradante” de 45 minutos, sino que optó por seguir sirviendo los productos, obligándola a usar una mascarilla y sentarse cerca de un respiradero con filtro.
La joven, de 23 años, ha explicado que primero se plantearon si dejarla volar o no, y que después le advirtieron que lo hacía bajo su propio riesgo.
La compañía anunció la alergia por los altavoces, pero “luego quedó claro que no habían retirado los productos de fresa del servicio a bordo. Habían decidido no servir estos productos únicamente a las personas en las filas cercanas a nosotros”.
La chica ha señalado que a su parecer el gerente estaba preocupado “por la pérdida de comisión por no poder servir bebidas alcohólicas como vino rosado y ginebra rosa” y ha explicado que le parece una decisión “peligrosa, discriminatoria y que muestra una falta de conciencia respecto a las alergias que amenazan la vida”.