Ante la duda habitual de si se debe o no lavar una prenda que está por estrenar, la respuesta de los expertos es rotunda: Sí, debes lavar la ropa antes de llevarla por primera vez, y que hacerlo no es solo una cuestión estética, sino que se convierte en una razón de salud, o más bien de probables problemas para la salud si no se lleva a cabo esta costumbre.
De esta manera, los expertos recomiendan lavar siempre la ropa antes de estrenarla con el objetivo de evitar posibles alergias, o lo que es peor, posibles contagios de enfermedades de contacto. Entre las razones de peso que convierten esta recomendación de lavar la ropa recién adquirida antes de estrenarla en una necesidad, destacan las siguientes:
- No es higiénico
Lavar la ropa antes de estrenarla es una cuestión básica de higiene; y solo hay que pensar en las personas que, antes de ti, han tocado la prenda en cuestión, no solo en tienda, sino en todo el proceso de confección y distribución. Además, polvo, bacterias y otros parásitos que no son visibles al ojo humano permanece en la ropa y entra en contacto con tu piel.
- Podría irritar tu piel
La Universidad de Estocolmo publicó un informe en 2015 acerca de los residuos de químicos y tintes que se usan en las prendas para potenciar el color y la forma, siendo las aminas aromáticas y las quinolinas son las más populares en el poliéster. Y como ellas, existen otras tantas partículas que, en contacto con la piel, podrían irritarla provocando rojeces e incomodidad.
- Posible brote de sarna, piojos e, incluso, hongos
Aunque se podría pensar que son enfermedades casi extintas, solo en 2023 en España se han registrado 16 brotes de sarna, piojos e, incluso, hongos, que han afectado a casi 100 personas. Si bien es un riesgo menor para la salud, es algo posible, ya que estos parásitos sobreviven horas, e incluso días, en los tejidos no desinfectados de manera eficaz, y podría afectar a la piel y al cabello, ocasionando una experiencia poco deseada.
- Reacciones adversas por alergia
Denominadas "de reacción retardada", este tipo de alergias se producen por el contacto de moléculas de bajo peso con la piel, ya que estas son capaces de penetrar la superficie por sus estructuras químicas, provocando irritación, inflamación y molestias superficiales.
- Brote de dermatitis atópica
Las pieles sensibles y propensas a la dermatitis suelen reaccionar a la lana y aquellos agentes químicos utilizados en su tratamiento. Si bien esta afección cutánea no tiene cura, es recomendable evitar aquellos agentes que provoquen brotes incómodos.
