Una nueva guía analiza el tratamiento de enfermedades alérgicas de la piel en perros y gatos

Una nueva guía analiza el tratamiento de enfermedades alérgicas de la piel en perros y gatos

Una mascota con picor o prurito es una de las razones más comunes por las que se busca atención veterinaria, ya que las enfermedades alérgicas de la piel pueden causar no sólo malestar y angustia importantes al animal, sino también estrés y perturbaciones a los miembros de la familia. Además, debido a la naturaleza compleja de las enfermedades alérgicas de la piel, el diagnóstico puede llevar mucho tiempo y requerir múltiples visitas de seguimiento antes de lograr un diagnóstico final.

 

Así las cosas las mascotas con enfermedades alérgicas de la piel a menudo requieren un tratamiento de por vida para optimizar su calidad de vida; y teniendo esto en cuenta, la Asociación Americana de Hospitales de Animales (AAHA) ha publicado su Guía 2023 para el tratamiento de enfermedades alérgicas de la piel en perros y gatos, que incluye una serie de pautas que ofrecen un enfoque paso a paso para diagnosticar y controlar la alergia a las pulgas, la alergia alimentaria y la atopia en perros y gatos.

Estas directrices presentan un enfoque sistemático para el diagnóstico, tratamiento y manejo de enfermedades alérgicas de la piel en perros y gatos, incluyendo diagnósticos detallados y planes de tratamiento para la alergia a las pulgas, la alergia alimentaria y la atopia en perros, así como para la alergia a las pulgas, la alergia alimentaria y el síndrome de piel atópica felina en gatos.

Desde la AAHA explican que el manejo de la mascota alérgica implica un enfoque multimodal con comunicación frecuente y continua con el cliente, y en este sentido apuntan que “obtener una historia completa es crucial para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades alérgicas de la piel, y las pautas describen preguntas clave que se deben hacer cuando se presentan pacientes caninos y felinos alérgicos”.

Una vez que se obtiene una historia detallada, se debe realizar un examen físico, recopilar una base de datos dermatológica mínima e iniciar el tratamiento para la infección secundaria, los ectoparásitos y el prurito, cuando esté indicado. En este sentido, en la guía se señala que “el proceso de diagnóstico y tratamiento de las enfermedades alérgicas de la piel puede resultar prolongado y frustrante para los clientes”.

Sumado a todo esto, las pautas ofrecen recomendaciones y consejos para la comunicación con el cliente y cuándo se debe considerar la derivación a un dermatólogo, para mejorar la satisfacción del cliente y optimizar los resultados de los mismos. Según concluye la guía, “estas pautas están diseñadas para simplificar el camino hacia el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades alérgicas de la piel caninas y felinas, al tiempo que enfatizan un enfoque multimodal para el paciente y una comunicación eficaz con el cliente para garantizar el mejor resultado posible”.

Un aspecto crítico en el manejo de la calidad de vida tanto de la mascota como desu dueño, y lo primero a abordar, es la reducción del prurito. En este sentido, la guía recomienda el uso de un agente antipruriginoso como los glucocorticoides, así como oclacitinib (Apoquel) o lokivetmab (Cytopoint), de Zoetis. También abogan por la terapia tópica y recomiendan tratar las infecciones bacterianas secundarias y por Malassezia y tratar la otitis externa, si está presente.

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