Las posibles reacciones a la miel en las personas alérgicas al polen

Las posibles reacciones a la miel en las personas alérgicas al polen

La miel, la jalea real y el propóleo son productos que provienen de las abejas, que las elaboran con sustancias que recogen de las flores y las plantas, motivo por el que no es extraño que, en ocasiones, puedan contener polen, algo que podría provocar una pregunta entre las personas con alergia al polen: ¿es seguro consumir estos productos endulzantes? 

 

Las abejas son las responsables de elaborar miel, jalea real y propóleo, y para ello utilizan diferentes sustancias que recogen de las plantas y las flores. En este sentido, la doctora Ana Novalbos Wischer, especialista en Alergología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid ha explicado que "contienen componentes propios de las abejas y de los vegetales, entre ellos polen, aunque suele aparecer en muy pequeña cantidad".

Para diferenciar entre miel, jalea real y propóleo, es necesario atender a características como la consistencia o el color. En el caso de la miel, se caracteriza por ser fluida y viscosa, y las abejas la producencon el néctar de las flores y otras sustancias producidas por las plantas y por ellas mismas. En el proceso de recoger néctar, estos insectos pueden cargar polen y, por tanto, puede transferirse a la miel.

En lo que a la jalea real se refiere, su consistencia es viscosa y tiene un color amarillo suave provieniendo también de las abejas, que lo segregan como alimento para las larvas y la abeja reina.

Por su parte, el propóleo es una mezcla resinosa que consiguen las abejas de las yemas, la savia y otras fuentes vegetales, y que utilizan para reforzar la colmena y prevenir parásitos y enfermedades, y su composición puede variar según la época y la región.

La mayoría de las personas con alergia al polen toleran bien el consumo de miel, jalea real o propóleo, y según la doctora Novalbos "en general, los alérgicos a pólenes pueden consumir estos productos, aunque hay que tener en cuenta la posibilidad, muy pequeña, de que se produzcan reacciones".

Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos productos pueden contener una pequeña cantidad de polen, lo que puede provocar reacciones cuando proviene de determinadas plantas. En este sentido, la experta ha explicado que "en algunas personas que están sensibilizadas a pólenes concretos, por ejemplo, ambrosia o artemisia, sí existe el riesgo de reacciones alérgicas al ingerir cualquiera de estos productos".

En cuanto a las posibles reacciones en personas con alergia al polen, estas pueden ser leves o más graves, tales como urticaria o asma y anafilaxia. En el caso de que ocurran, lo más adecuado es consultar con el especialista.

También el polen de abeja en grano, que se encuentra en herbolarios, cuya composición y procedencia muchas veces no es totalmente conocida, puede provocar estas reacciones, algunas veces muy severas", ha explicado la alergóloga.

Una falsa creencia sobre edstos productos elaborados por las abejas es que a través de su consumo diario es posible prevenir la alergia al polen; sin embargo, se trata de un bulo, tal como afirma la doctora, que ha explicado en este sentido que "no se ha demostrado que la toma diaria de pequeñas cantidades de estos productos conduzca a la desensibilización a los pólenes como se ha especulado".

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