Hacerse las uñas suele implicar acudir a un salón de belleza y ponerse en mano de profesionales que llevan a cabo distintos tratamientos estéticos para el cuidado de las mismas, ya sean de los pies o de las manos. Sin embargo, algunas personas apuestan por hacerse la manicura en casa, algo que implica algunos riesgos que debemos conocer.
Los problemas pueden llegar con el uso de acrilatos; unas sustancias químicas derivadas del petróleo presentes en las lacas de uñas, especialmente las que se utilizan para la aplicación de esmaltes semipermanentes y permanentes. Se trata pues de una molécula muy pequeña que cuando penetra en la piel puede desencadenar en una alergia.
De ahí la enorme importancia de ponerse siempre en manos profesionales titulados, así como limitar la compra de kits de esmaltes permanentes para la aplicación doméstica.
Pero es que, además, el proceso de retirada del esmalte también resulta agresivo, ya que se usan productos con acetona que la resecan en exceso, además de que la luz UV de las lámparas de secado también pueden ser dañinas si se emplean con mucha frecuencia.
Para deshacerte de las uñas de gel o acrílicas en casa se necesitarán algunos utensilios como vaselina, lima de uñas, algodón, acetona pura, papel de aluminio, palito para quitar las cutículas y crema hidratante. El primer paso consiste en retirar cualquier tipo de decoración que puedan tener las uñas y después aplicar vaselina para evitar dañar nuestra piel; mientras que el segundo paso consiste en limar la superficie para ir quitando el color, su brillo y también una parte del gel.
Una vez que estén limadas por completo llegaría el paso de utilizar la acetona pura para poder retirar la manicura de gel. Para ello, se cortará el algodón en diez trozos para cada uña, se empaparán con el producto y se colocarán encima de las uñas. El siguiente paso consiste en envolver cada uña con el papel de aluminio.
Por último, se dejará actuar durante aproximadamente 20 o 30 minutos; y una vez pasado este tiempo, se irá levantando el esmalte de gel desde la base de la uña.
Una vez hecho todo este proceso, habrá que proceder a limpiar las cutículas y prueba a aplicar una crema hidratante para evitar el daño de la piel.
Hay que saber que pintarse las uñas cada poco cierto tiempo, limarlas de forma incorrecta, mordérselas, el uso de uñas postizas, ya sean de gel, acrílicas o de porcelana, pueden influir en el debilitamiento progresivo de las uñas. De este modo, se pueden seguir una serie de consejos y utilizar algunos elementos caseros para elaborar remedios, que se aplican en las uñas, para endurecerlas y evitar que se rompan con facilidad.
Para preparar un endurecedor de uñas casero, lo primero que hay que tener en cuenta es que la alimentación influye mucho en el crecimiento de las uñas. Estas necesitan queratina, vitaminas A, B y C, así como calcio o hierro. Además de los alimentos, otras sustancias que pueden ayuda a fortalecer y mejorar el aspecto de las uñas son, por ejemplo, algunos aceites.
El aceite de ricino es uno de los más empleados en cuanto al mundo cosmético., y también el aloe vera, que tiene numerosas propiedades que puede ayudar a hidratar y restaurar las uñas.
La biotina es una vitamina que ayuda a convertir en energía los carbohidratos, las grasas y las proteínas que consumimos. Se descubrió en 1927, aunque no se clasificó como vitamina hasta cuarenta años después. Se trata de la vitamina B7, también le dicen vitamina H, que el cuerpo necesita en pequeñas cantidades para mantenerse sano.
Asimismo, es soluble en agua y se encuentra en muchos alimentos, y de hecho, una dieta equilibrada ya lleva el aporte diario de biotina que necesitamos, al tiempo que su deficiencia puede causar adelgazamiento del cabello y actúa en la regeneración celular de todo el organismo, de modo que interviene en el metabolismo de los hidratos de carbono, grasas, aminoácidos y purinas.
Así las cosas, la biotina es una parte importante de las enzimas del cuerpo que descomponen estas sustancias, y además, ayuda a la formación de la queratina y de los ácidos necesarios para el crecimiento del cabello. Por ello, el déficit de biotina se identifica generalmente por sus síntomas, tales como debilitamiento y caída del cabello, pérdida de bello corporal, uñas quebradizas, erupción cutánea alrededor de ojos, nariz, boca y zona anal, orzuelos, infección de la piel, concentraciones altas de ácido en sangre y orina, convulsiones o trastornos del sistema nervioso.