El lavado nasal es una práctica utilizada desde hace siglos para mantener una buena salud respiratoria, y consiste en enjuagar las fosas nasales con una solución salina para limpiar y humedecer la cavidad nasal. A estos lavados, también se conocidos como irrigación nasal, ayudan a aliviar los síntomas de diversas afecciones respiratorias y promover una mejor respiración.
El lavado nasal se realiza utilizando una solución salina específica o preparada en casa con agua tibia y sal, de modo que realizar un lavado nasal resulta muy sencillo y no genera dolores ni molestias. El objetivo es eliminar el exceso de mucosidad, alérgenos, polvo y otras partículas irritantes de las fosas nasales, ayudando a mantener la limpieza y la humedad adecuada en la cavidad nasal.
Los lavados nasales son muy útiles para limpiar y purificar las fosas nasales, consisten en una técnica muy sencilla que brinda una solución efectiva y rápida. Estos son algunos de los beneficios que ofrece la técnica del lavado nasal:
- Alivio de la congestión nasal: ayudan a eliminar el exceso de mucosidad y despejar las vías respiratorias, aliviando la congestión nasal, algo que es especialmente útil en casos de resfriados, alergias o sinusitis, donde la acumulación de mucosidad puede dificultar la respiración.
- Hidratación y humectación: ayuda a mantener las fosas nasales hidratadas, evitando que se sequen y se vuelvan irritantes, lo que es especialmente importante en ambientes secos o en personas que pasan mucho tiempo en espacios con aire acondicionado.
- Prevención de infecciones: puede ayudar a prevenir infecciones respiratorias, ya que elimina las partículas irritantes, alérgenos y gérmenes presentes en las fosas nasales; y al mantener las vías respiratorias limpias, reduce la probabilidad de desarrollar infecciones como sinusitis o resfriados.
- Reducción de los síntomas de alergias: son especialmente beneficiosos para las personas que sufren de alergias, de manera que al eliminar los alérgenos que se encuentran en las fosas nasales, se reduce la irritación y los síntomas asociados, como estornudos, picazón y secreción nasal.
- Mejora del olfato y del sentido del gusto: al eliminar la mucosidad y los residuos acumulados en las fosas nasales, se puede mejorar el sentido del olfato y del gusto, lo que permite disfrutar más de los alimentos y percibir los aromas de manera más clara.
Para preparar un lavado nasal, lo primero que se debe hacer es preparar la solución salina para el lavado nasal, utilizando agua esterilizada o previamente hervida, mezclada con sal sin aditivos. También se puede optar por soluciones salinas comerciales disponibles en el mercado, asegurándose de seguir las instrucciones de dilución proporcionadas por el fabricante. A partir de aquí, será necesario tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Posición: inclinas ligeramente la cabeza hacia un lado, manteniendo la nariz paralela al suelo, lo que ayudará a que el agua fluya correctamente a través de las fosas nasales.
- Aplicación de la solución salina: utilizar un recipiente especial para lavado nasal, como una botella de irrigación nasal o una taza de neti. Coloca la boquilla o el pico de la botella en la fosa nasal superior y vierte suavemente la solución salina, teniendo en cuenta que el agua debe entrar por la fosa nasal y salir por la otra, limpiando las cavidades nasales.
- Respiración adecuada: durante el lavado nasal, es importante respirar por la boca y mantener la boca abierta, algo que permitirá que el agua fluya libremente a través de las fosas nasales sin provocar incomodidad.
- Limpieza de la nariz: después de verter la solución salina, se puede inclinar la cabeza hacia el otro lado para permitir que el agua salga por la otra fosa nasal, pudiendo usar un pañuelo o papel absorbente para limpiar cualquier exceso de líquido.
- Repetición: debe repetirse el proceso con la otra fosa nasal, inclinando la cabeza en la dirección opuesta.