Los alergólogos han alertado de un notable incremento de anafilaxias entre adultos a causa de la proteína Proteína Transportadora de Lípidos (LTP), que está presente en numerosos alimentos, aunque sobre todo en frutas rosáceas. Este fue uno de los asuntos centrales del 52 Congreso de la Sociedad Andaluza de Alergología e Inmunología Clínica (Alergosur), celebrado recientemente en Granada.
En este sentido, la doctora María Ángeles Lara Jiménez, facultativo especialista en la unidad de Alergología del Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada, indicó que «a los alergólogos nos interesa y nos preocupa el crecimiento de la alergia a la proteína LTP en adultos, es casi una pandemia».
La doctora Lara, que también fue la coordinadora del congreso, apuntó que las alergias a la LTP se producen, sobre todo, «por el consumo de frutas rosáceas, como el melocotón, albaricoque, cereza, fresa, etc» y que «pueden desencadenar una simple urticaria o una anafilaxis grave», y añadió que estas «aparecen sobre todo en la edad adulta y nos preocupa, por eso estamos trabajando en el diagnóstico y en el tratamiento».
Otro de los asuntos que se trató en este 52 Congreso de Alergosur fue la influencia del cambio climático y la sequía en las alergias, de manera que, según los datos recogidos por la Unidad de Calidad Biológica del Aire (UCBA-UGR) del Departamento de Botánica de la Universidad de Granada, en los dos últimos años, los niveles altos de polen de olivo se están adelantando con respecto a los históricos.
Desde la Universidad de Granada han afirmado en este sentido que «tanto en el año 2023 como en este año 2024 se han detectado niveles superiores a 800 granos/m³ a partir de la segunda quincena de abril, hecho que hasta ahora ocurría de forma anecdótica algunos años. Sin embargo, las concentraciones extremas, superando los 2000 granos/m³, siguen apareciendo a mediados de mayo y principio de junio. Este 2024 se esperan que se alcancen los máximos niveles la semana que viene».
La mayoría las producen las gramíneas y el olivo, y se traducen en alergias respiratorias y asmáticas. Se estima que actualmente entre el 20 y 25 % de la población tiene alguna alergia, una enfermedad que puede llegar a incrementarse hasta un 50 % para 2050; teniendo en cuenta que más de ocho millones de personas en España son alérgicas al polen.
Así las cosas, desde Alergosur recomiendan estar alerta a los signos de debut, de forma que «si durante varios años, en la misma época, se presenta picor de ojos, lagrimeo, estornudos repetidos, mucosidad o crisis de pitos puede pensarse que es una alergia respiratoria. En el caso de las alergias alimentarias, es importante señalar que los síntomas aparecen inmediatamente después del alimento implicado», ha señalado María Cesárea Sánchez, presidenta de la organización.
En esta línea, desde la Sociedad Andaluza de Alergología e Inmunología Clínica han recordado que «el alergólogo es el único especialista capaz de proporcionar un diagnóstico y tratamiento adecuado y global para la patología alérgica, en personas desde el nacimiento hasta la senectud», al tiempo que han advertido de que «una persona con tendencia alérgica es posible que desarrolle nuevas alergias a lo largo de los años, y eso requiere un seguimiento especializado por parte de un profesional especializado».
