Las alergias alimentarias son una reacción del sistema inmunológico ante ciertas proteínas presentes en alimentos, principalmente de origen animal y vegetal, y en la actualidad, se han aislado y caracterizado más de 1.000 alérgenos pertenecientes a 40 familias de proteínas, cuando existen más de 12.200 descritas. No obstante,9 de cada 10 casos de alergias alimentarias son causadas por las proteínas de los 9 alimentos principales: leche, huevo, pescado, marisco, cacahuete, frutos secos, soja, trigo y sésamo.
La Fundación PharmaMar, en colaboración con la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), organizó la IV Jornada de Formación Científica para periodistas «Ciencia al Día», en la que la investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), María Gasset, expuso las principales causas por las que aumentan las alergias alimentarias, así como los avances tecnológicos en diagnóstico y tratamientos que se están llevando a cabo.
En este sentido, la doctora e investigadora del CSIC María Gasset explico que el cambio en los hábitos alimentarios, que ha pasado de lo local a lo global, podría estar relacionado con este incremento. De esta manera, la investigadora mostró su preocupación por la introducción de alimentos procesados y de larga duración, además de nuevas fuentes alimentarias, como distintas especies de pescado, frutas tropicales, e incluso insectos, que pueden disparar nuevas formas alergénicas en la población.
La doctora ha puntualizado que el problema en países como China es significativo, donde gran parte de la población se alimenta de trigo y arroz. En este sentido ha afirmado que "para conseguir productos de más larga duración, se suele incrementar la presencia del gluten, lo que provoca más alergias».
Por otra parte, la investigadora del CSIC ha afirmado que existe una relación directa con todas las sustancias químicas a las que nos exponemos, como los detergentes de la ropa o los productos de lavavajillas, y destaca que la comunidad científica no tiene duda de que muchas de las alergias se producen por la hipótesis de la higiene y otros factores ambientales, además de por el estilo de vida sedentario que llevamos frente a generaciones pasadas.
Con todo este cúmulo de factores, el microbiota intestinal del organismo, el cual desempeña un papel clave en el desarrollo inmunológico, sufre alteraciones, modificando la respuesta del sistema inmunológico de manera significativa, perdiendo el ejercito de defensas del cuerpo humano.
Así las cosas, el diagnóstico de una alergia alimentaria siempre se produce como una consecuencia a una exposición, por lo que es primordial averiguar qué provoca que una proteína se convierta en alérgeno para avanzar.
Con respecto a las terapias, la doctora Gasset ha destacado que en los últimos años hemos pasado de la recomendación de evitar el alimento que provoca reacciones adversas, a estrategias de desensibilización que consisten en ir exponiendo al paciente, de forma controlada, a dosis crecientes del alérgeno.
Existen también terapias inmunológicas combinadas con la desensibilización, como la inmunoterapia y las técnicas de edición genética CRISPR, que permiten modificar alérgenos específicos; y también destacan otras emergentes, que consisten en la restauración de epitelio y del microbiota y vacunas en desarrollo.
De esta manera, la investigadora recalcó la necesidad de una mayor colaboración y un lenguaje común entre especialidades, al advertir que "existe una variabilidad en la sintomatología y debemos tener un seguimiento y personalizar la severidad de lo que puede ocurrirle al paciente», al tiempo que apelaba al entrenamiento y formación del entorno familiar, social, laboral y del colegio, y a la necesidad de que los centros de estudios y lugares públicos cuenten con autoinyectores de adrenalina, como ya sucede con los desfibriladores, puesto que están creciendo los casos de anafilaxia en el deporte.
Gasset recalcó además la necesidad de una comunicación responsable para sensibilizar a la sociedad, al concluir que «la unificación de las guías y el etiquetado de los alimentos es fundamental, para que las personas afectadas puedan viajar por el mundo sabiendo lo que ingieren.
Con la celebración de estas jornadas, la Fundación PharmaMar reafirma su compromiso por el apoyo a una cobertura informativa rigurosa de los temas de salud y ciencia, así como con la divulgación científica.