Un reciente estudio de la Universidad de Harvard ha revelado una conexión hasta la fecha poco explorada, que no es otra que la relación entre el estrés y el agravamiento de las alergias estacionales, un hallazgo que desafía lo que hasta el momento conociamos sobre las alergias, y que abre nuevas perspectivas para su tratamiento.
En este contexto, el Dr. Pedro Astudillo, broncopulmonar de la Clínica INDISA, ha explicado que “nuestro sistema inmunológico, encargado de combatir las alergias, se ve afectado por factores emocionales como el estrés y la depresión, lo que puede intensificar los síntomas”.
El estrés desencadena una reacción en cadena en nuestro organismo, de manera que al activarse nuestro sistema de alarma, nuestro cuerpo responde de manera exagerada ante los alérgenos, generando una inflamación que intensifica los síntomas. Además, el estrés crónico debilita nuestras defensas, haciéndonos más susceptibles a infecciones y agravando aún más las alergias.
En este sentido, Astudillo ha explicado que “el aumento de los niveles de cortisol, la hormona del estrés, puede suprimir la respuesta inmunológica a corto plazo, pero a largo plazo puede debilitar el sistema inmunológico y favorecer la aparición de alergias”.
Así las cosas, cuando el estrés se combina con las alergias, los síntomas se intensifican y pueden volverse más molestos. Más allá de los típicos estornudos y picazón, el estrés puede agravar una amplia gama de síntomas alérgicos como son los siguientes:
- Respiratorios: mientras que la congestión nasal puede transformarse en sinusitis, la tos seca puede volverse persistente y la dificultad para respirar puede limitar las actividades diarias.
- Oculares: la picazón en los ojos puede causar enrojecimiento, hinchazón y, en casos severos, conjuntivitis.
- Cutáneos: la piel puede presentar reacciones alérgicas como eczema, urticaria o dermatitis, que se intensifican con el estrés.
- Generales: como pueden ser sensación de fatiga crónica, dolores de cabeza frecuentes, problemas de concentracion o alteraciones del sueño, son síntomas comunes asociados tanto al estrés como a las alergias.
Para controlar las alergias y mejorar la calidad de vida, el Dr. Astudillo recomienda, además del tratamiento médico, manejar el estrés a través de técnicas de relajación y buscar apoyo psicológico si es necesario. En este sentido, ha enfatizado en que “es fundamental cuidar tanto la salud física como la mental”. Otros consejos que aporta el especialista en estos casos pasan por una buena alimentación, que juega un papel fundamental en el manejo del estrés y las alergias, de manera que una dieta rica en frutas, verduras y alimentos ricos en Omega-3 puede ayudar a reducir la inflamación y fortalecer el sistema inmunológico.
Por otro lado, el experto destaca que es importante limitar el consumo de alimentos procesados, azúcares refinados y cafeína, ya que pueden aumentar los niveles de cortisol y exacerbar los síntomas; mientras advierte que la práctica regular de ejercicio físico, como caminar, correr o nadar, no solo ayuda a reducir el estrés, sino que también mejora la función pulmonar y cardiovascular, ayudándonos con las alergias y sus molestos síntomas.