Las consultas al dermatólogo para realizarse una revisión completa de la piel aumentan tras las vacaciones por los excesos del sol, siendo las más frecuentes por cambios en lunares, erupciones, alergias, manchas o pitiriasis alba en niños.
Los expertos del Hospital de Manises han recordado que el clima y la latitud de la Comunidad Valenciana hace necesaria una protección solar durante todo el año, no solo en verano, y que con la llegada del otoño empeoran otras patologías y crecen las consultas por excesiva caída de cabello, informa el Gobierno catalán en un comunicado.
"Tenemos la sensación de que hemos cometido excesos con el sol y que debemos consultar al especialista para cerciorarnos de que todo está bien", ha explicado el doctor Alberto Alfaro, jefe de Dermatología del Hospital de Manises.
Una de las consultas más frecuentes tras el verano son aquellas que se producen por agravamiento de alguna patología como consecuencia de la exposición solar como la erupción lumínica polimorfa, una especie de alergia al sol, o cambios que el paciente se detecta en algún lunar, destaca el doctor Alfaro.
También es frecuente la consulta por lo que los especialistas denominan "estados de discromía". Esto significa que la piel presenta cambios en la tonalidad en diferentes zonas de forma no homogénea, por ejemplo el "melasma", que es una pigmentación de carácter hormonal y de color marrón oscuro que suele aparecer en el labio superior o la frente de la mujer, apunta el jefe de Dermatología de Manises.
Entre los más pequeños, la manifestación dermatológica postvacacional más frecuente es la "pitiriasis alba", muy frecuente en niños que tiene dermatitis atópica y que produce manchas de tonalidad más pálida que el resto de la piel y presentan una forma redondeada parecida a una moneda.
Para los especialistas es importante realizar de forma periódica revisiones de la piel, y protegerla durante todo el año. "En una latitud y clima como el de la Comunidad Valenciana debemos tener especial cuidado con la protección solar durante todo el año. Incluso en invierno, habrá días muy soleados donde debemos estar protegidos", apunta Alfaro.
Con el inicio del otoño también es muy frecuente la consulta a la especialista por una llamativa caída de pelo, conocida como "efluvio felógeno", que es una situación fisiológica, más frecuente en los cambios estacionales en la que se nota que cae más pelo, que no dejan calvo y se resuelve de forma automática y natural, explica.
En cualquier caso, recuerdan los especialistas, también hay problemas de la piel que con la exposición solar mejoran, este es el caso de la psoriasis y de la dermatitis atópica. En estas patologías de naturaleza inflamatoria, la radiación ultravioleta tiene un efecto antiinflamatorio y suelen tener una mejora en verano, "por lo que suelen empeorar de cara al otoño", concluye el doctor Alfaro.