Los ácaros del polvo y el polen, a menudo invisibles, pueden ser un problema en nuestras sábanas, ya que estos alérgenos encuentran en las camas bien hechas un lugar ideal para multiplicarse, lo que puede empeora durante la primavera cuando las alergias son más frecuentes.
Así las cosas, el experto en descanso Martin Seeley sugiere que dejar la cama sin hacer durante unas horas después de levantarse puede ser beneficioso, ya que esto permite que la luz del sol, que tiene propiedades desinfectantes naturales, llegue a las sábanas y almohadas.
Este simple acto puede ayudar a reducir la acumulación de ácaros del polvo y polen, disminuyendo así el riesgo de reacciones alérgicas como estornudos y picazón, que pueden interferir con el sueño nocturno.
Esta sugerencia llega en un momento en el que más personas están experimentando problemas de sueño y alergias, por lo que según Seeley, la exposición al sol no solo mantiene la ropa de cama fresca, sino que también actúa como un antibacteriano natural, eliminando ácaros y reduciendo la cantidad de alérgenos en el ambiente del dormitorio.
De esta manera, aunque la idea de hacer la cama perfectamente puede parecer reconfortante al comenzar el día, puede ser más beneficioso considerar un cambio en nuestra rutina matutina, y dejar la cama sin hacer podría ser una práctica saludable que nos ayude a largo plazo, contribuyendo a mantener un entorno de descanso más limpio y propicio para un sueño reparador.
Además, una buena ventilación y temperatura pueden promover un sueño más profundo y reparador. Según un estudio de la National Sleep Foundation, la calidad del sueño está influenciada por la comodidad del colchón y las almohadas. Y es que un colchón y almohadas que se ajusten a las necesidades de cada persona puede reducir dolores y molestias, facilitando conciliar el sueño y minimizando las interrupciones nocturnas.