Los dueños de mascotas con enfermedades alérgicas de la piel suelen estar familiarizados con el proceso de diagnóstico, a veces frustrante, ya que requiere de mucho tiempo y requieren un tratamiento de esta afección de por vida. Ahora, la Asociación Estadounidense de Hospitales de Animales (AAHA) ha publicado un documento denominado "Directrices para el manejo de enfermedades alérgicas de la piel en perros y gatos de la AAHA de 2023", cuyo objetivo es proporcionar un enfoque sistemático para identificar y tratar las enfermedades alérgicas de la piel en estos animales.
Estas directrices describen los planes detallados de diagnóstico y tratamiento para la alergia a las pulgas, la alergia alimentaria y la atopia en perros; y del mismo modo, para la alergia a las pulgas, la alergia alimentaria y el síndrome de piel atópica felina.
Diseñadas para simplificar el camino hacia el diagnóstico y el tratamiento, estas directrices enfatizan un enfoque multimodal para el paciente con enfermedad alérgica de la piel. En consecuencia, las enfermedades agudas y crónicas se separan.
La doctora Julia Miller, copresidenta del Grupo de Trabajo de Directrices para el Manejo de Enfermedades Alérgicas de la Piel en Perros y Gatos de la AAHA, ha reconocido que puede ser especialmente difícil llegar a un consenso sobre los casos de alergia porque hay muchas maneras de manejarlos, al señalar que "mucha gente se estanca en eso y no puede ver la luz al final del túnel", para añadir que “lo que las pautas hicieron bien fue resumir en una manera fácil cómo comenzar su proceso. Ofrecen recomendaciones concretas y análisis paso a paso para pacientes alérgicos, de modo que los profesionales puedan estar seguros de que no se están perdiendo nada en el camino”.
Por su parte, la doctora Jessica Vogelsang, directora médica de AAHA, ha explicado que “cuando uno tiene estas enfermedades complicadas y de largo plazo como proveedor de atención primaria, es muy abrumador tratar de descubrir cómo priorizar estas cosas”. Como curiosidad destaca el hecho de que el propio perro de la doctora Vogelsang, Ollie, fue la inspiración para la mascota de la guía.
Con frecuencia, a Ollie le han recetado champús, ungüentos medicinales para las patas, inyecciones, vacunas contra las alergias, antibióticos, antifúngicos y medicamentos para los oídos. "Cuando entras, lo único que quieres es que a tu mascota le deje de picar lo antes posible", ha confesado Vogelsang. Para Ollie, esto significó baños de patas dos veces por semana para controlar su atopia.
Sin embargo, los tratamientos para las alergias cutáneas no tienen una solución única; y mientras los clientes, desesperados, inscriben a sus mascotas en pruebas de alimentos o solicitan pruebas de alergia en sangre o saliva por correo, las pautas dejan claro que estas no son herramientas de diagnóstico concluyentes. “Ser decidido en la elección de diagnósticos y tratamientos terminará ahorrando dinero a largo plazo”, ha afirmado la doctora Vogelsang en este sentido.
Según las directrices, se debe realizar un historial detallado, incluyendo la respuesta al tratamiento previo, y se debe realizar un examen físico con especial atención a las orejas, los pliegues de la piel y las patas. Seguidamente, se debe recopilar una base de datos dermatológica mínima que incluya la citología de piel y oídos.
Además, las pautas describen preguntas clave que se deben hacer cuando se presentan pacientes caninos y felinos alérgicos; y por otra parte, el personal veterinario debe preparar a los clientes en el caso de que estas mascotas requieran mantenimiento y tratamiento de por vida, y para esperar brotes ocasionales incluso en los pacientes mejor tratados.
Si bien el surgimiento de la prevención de pulgas y las opciones de medicación facilitan el tratamiento, la doctora Vogelsang ha enfatizado en que la enfermedad alérgica de la piel es una afección que dura toda la vida, al declarar que "es un mensaje muy convincente decir haz esto y todo estará bien. Desafortunadamente, no es la realidad"