El selenio del pescado, aprte de contar con muchos beneficios para la salud, neutraliza y contrarresta los efectos del mercurio, según varios estudios científicos presentados por el cardiólogo del Hospital Universitario de La Coruña Guillermo Aldama, que ha explicado que el selenio hace que sea seguro y saludable consumir productos del mar, además de ser un elemento fundamental para muchas funciones del organismo como la tiroidea o la inmunológica.
Según ha defendido Aldama en un encuentro organizado por Pesca España, entidad que agrupa a las principales organizaciones pesqueras del país, uno de los principales "mitos" de la alimentación relacionado con el pescado es la presencia de mercurio y sus efectos nocivos, motivo por el que el cardiólogo ha detallado varios informes que lo "desmontan".
Según ha explicado Aldama, la contaminación por mercurio de los alimentos existe y se trata de un elemento "peligroso", sin embargo, aún quedan interrogantes por resolver, ya que en algunas poblaciones con alto consumo de pescado no se ha encontrado toxicidad en sus habitantes.
El experto se ha referido a niños y a embarazadas, que son más vulnerables al mercurio según literatura científica, que a su juicio, habría que actualizar.
Entre los estudios más novedosos en este sentido, el experto ha mencionado uno realizado en las islas Seychelles durante 24 años con 3.000 embarazadas y sus descendientes en un país en el que el consumo de pescado se realiza más de una vez al día. Entre las conclusiones de este trabajo, se detectó que el desarrollo de los niños era mejor si ingerían pescado.
Otro informe, esta vez publicado en la revista Plefa, recogía una revisión de artículos científicos desde 1980 hasta 2019 sobre pruebas con 106.200 embarazadas y niños, e indicaba que el desarrollo infantil era mejor si tomaban pescados, incluso exponiéndose al mercurio.
En este sentido, Aldama ha recordado que el mercurio no está presente solamente en el pescado, sino que existen vegetales o cereales en los que las proporciones son superiores a las encontradas en el pez espada o el atún; y solo en la ballena, que en realidad es un mamífero, se han hallado los mayores índices.
Según ha señalado Aldama, "está científicamente comprobado que el mercurio posee una fuerte afinidad de enlace con el selenio y actúa como un imán, lo cual produce una sustancia de mercurio-selenio no absorbible en el cuerpo humano. Como resultado de este nuevo compuesto, el organismo elimina el mercurio antes de que se deposite en el tejido graso y pueda causar algún daño", tras lo que ha inisistido en que "está demostrado que las poblaciones que consumen más cantidad de pescado son más longevas y viven con mejor calidad de vida".
Por su parte, la directora de Innovación y Sostenibilidad del grupo atunero Balfegó, Begonya Mélich, ha presentado en este foro un estudio realizado en colaboración con la Universidad de Tarragona que constata la elevada concentración de selenio en la parte blanca del pescado y en el músculo "negro", justo los tejidos menos consumidos. Relacionado con esto, ha recalcado su importante valor nutricional, y ha remarcado que el consumo de pescado, dentro de la dieta "pesco-mediterránea" reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.