Se acerca una de las estaciones más temidas para muchos: la primavera, ya que con ella, se extienden numerosos casos de alergias asociadas a la época. Según algunos datos publicados, aparecen con más frecuencia en mujeres (57,3 %) que en hombres (42,7 %) y su incidencia viene aumentando de un modo considerable en los países desarrollados, y muy especialmente en la franja de edad que va de los 25 a los 34 años.
En este contexto, Cipriano Toledo, psicoterapeuta, coach y Director del Centro de Psicoterapias Avanzadas, ha desarrollado una nueva técnica contra las denominadas alergias primaverales: el “biotapping”, un tratamiento que se ha mostrado eficaz en más del 80 % de los casos de alergias tratados.
Nacida del “tapping”, técnica surgida en EEUU, el “biotapping” es una técnica desarrollada por el Dr. Callahan en EEUU hace más de 25 años. A lo largo de esos años, se ha demostrado su eficacia en miles de casos documentados.
Lo que diferencia ambas técnicas es que el “tapping” usa los mismos patrones para tratar a todas las personas y el “biotapping” trata de forma personalizada cada caso consiguiendo con ello una respuesta más rápida y eficaz.
El funcionamiento del “biotapping” contra las alergias primaverales está asociado al mecanismo de dichas alergias. Éstas se caracterizan por “una reacción desmedida de nuestro propio sistema inmunitario ante determinadas sustancias que, en principio, son inocuas para el cuerpo humano y que llamamos alérgenos”, sostiene Toledo.
El sistema inmune produce anticuerpos IgE para proteger el cuerpo contra el alérgeno. Estos anticuerpos, a su vez, provocan la liberación de sustancias como la histamina, que es responsable de la irritación de los ojos, nariz, garganta, etc. y de lo que finalmente se conoce como reacción alérgica.
El “biotapping” se enfoca al origen del problema. Hasta el momento, los tratamientos iban dirigidos a controlar los síntomas, cada vez que se presenten, con antihistaminicos o corticoesteroides o tratando la alergia con la vacuna antialérgica específica (VAE). Dicha vacuna puede definirse como un medicamento biológico capaz de producir una inmunización protectora mediante la administración de los alérgenos frente a los que se muestra sensible el paciente.
El tratamiento complementario con “biotapping” desarrollado por Cipriano Toledo no se dirige contra los síntomas ni trata de curar la alergia; al el contrario, va al origen del problema, que es la identificación errónea que hace el sistema inmune de una sustancia inocua.
Una vez conseguido, la persona alérgica deja de serlo, ya que el tratamiento modifica los caminos neuronales, que bien por causas genéticas, sobreexposición, susceptibilidad personal, etc. hacen reaccionar al sistema inmune ante sustancias tan inocuas como el polen.