España se enfrenta un aumento de casos de botulismo grave, según ha alertado el Centro Coordinador de Alertas y Emergencias Sanitarias de España (CCAES), que se basa en la confirmación y sospecha de varios posibles afectados en diferentes regiones españolas. En este sentido, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha alertado sobre casos sospechosos de botulismo cuyos síntomas se iniciaron el día 10 de julio tras consumir una tortilla de patatas adquirida en un supermercado.
Hasta la pasada semana, la persona afectada se encontraba ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un hospital masdrileño, al tiempo que desde la Comunidad Valenciana se informaba de otro caso sospechoso de la enfermedad de una persona que, entre el 9 y el 24 de junio, estuvo con siete amigos de ruta ciclista por Soria y La Rioja.
Las pruebas diagnósticas realizadas no han confirmado el diagnóstico por ahora; sin embargo, esta persona también habría consumido una tortilla envasada de otra cadena de supermercados. Además, el Centro Nacional de Epidemiología (CNE) también ha registrado otros dos casos sospechosos en Andalucía y Cataluña, así como un caso confirmado en Galicia en las últimas semanas.
Sin embargo, no se ha podido establecer una asociación directa entre estos casos y el consumo de estas tortillas de patatas, y hasta el momento, no ha fallecido ninguna persona. Con todo, y como medida preventiva, se ha ordenado la retirada de la venta e inmovilización de todas las existencias de tortilla de patata de esta marca sobre la que existen sospechas, y se ha solicitado a las autoridades regionales información adicional sobre el producto.
Asimismo, se ha instado a la población a estar alerta y se recomienda a los profesionales sanitarios que estén atentos a posibles casos y sigan los protocolos establecidos para su diagnóstico y tratamiento.
En cualquier caso, ante la retirada de tortillas envasadas que se ha registrado, la compañía fabricante ha emitido un comunicado indicado que «es una medida cautelar que toma cada distribuidor si lo considera oportuno, pero en ningún caso está apoyada en ninguna prueba científica, ni existe alerta sanitaria declarada por las autoridades competentes respecto a ninguno de nuestros productos».
La compañía añade que «no se ha demostrado de manera científica que esos casos tengan que ver con el consumo de nuestros productos», al tiempo que asegura haber analizado, dentro de sus autocontroles, 87 muestras de diferentes lotes de tortillas de patata sin detectar ningún agente patogénico. No obstante, ha manifestado su interés en colaborar con las autoridades para proteger de manera preventiva a los consumidores y ha recordado que «los tratamientos térmicos a los que se deben someter este producto antes de su consumo consiguen controlar este tipo de incidencias».
El botulismo transmitido por alimentos es una intoxicación grave que resulta de la ingesta alimentos contaminados con neurotoxinas muy potentes. Esta enfermedad grave es relativamente inusual, pero puede llegar a ser mortal en determinadas ocasiones; y los signos y síntomas comunes incluyen debilidad muscular generalizada.
Puede comenzar en los músculos del rostro, como los párpados caídos, la visión doble o borrosa, y la dificultad para mover los músculos faciales. Luego, la debilidad se puede extender a otros músculos del cuerpo, lo que dificulta el movimiento y la realización de tareas cotidianas. También puede generar dificultad para hablar y tragar, pues esta enfermedad puede afectar los músculos que controlan el habla y la deglución, lo que resulta en dificultad para hablar claramente y para tragar.
Esto puede llevar a la sequedad de boca y a la sensación de tener un bolo alimenticio atascado en la garganta. En los casos más graves de botulismo, la debilidad muscular puede afectar los músculos respiratorios, lo que dificulta la respiración, lo que puede acabar en una respiración superficial, dificultad para inhalar y exhalar, y eventualmente puede llevar a una insuficiencia respiratoria.