Las piscinas se convierten durante el verano en un tesoro y en una altternativa frente a la playa, por llo que habitualmente se sucede un debate sobre cuál es mejor o más saludable. Los expertos coinciden en que es más sana la piscina de sal debido a que no produce irritación en la piel ni en los ojos ni tampoco daña el cabello.
A todos nos gusta que el agua esté templada, y en las playas del norte a temperatura del agua es bastante fría, por lo que en este ámbito parece ganar la piscina, sin embargo, que las personas orinen en las piscinas es algo bastante común, hasta el punto de que un estudio canadiense ha revelado que en las piscinas públicas puede haber entre 30 y 75 litros de pis.
La orina no es estrictamente peligroso para la salud, pero sí representa un riesgo para los asmáticos debido a que algunos compuestos de nitrógeno orgánico de la misma pueden reaccionar con el cloro del agua, lo que puede terminar formando sustancias irritantes para los ojos y bronquios como la tricloramina.
Por otra parte, el cloro puede afectar gravemente a varias parte del cuerpo. Estas son:
Cabello.- Un pelo apagado, sin brillo, reseco y áspero son algunos de los efectos del cloro en nuestro cabello. El efecto que produce en el cabello es sobre todo la sequedad, pero también lo debilita enormemente, tornándolo quebradizo y además, con otros componentes como el hierro y el cobre que se encuentran en las piscinas, distorsionando el color en cabellos teñidos y/o con mechas, de manera que a veces se pone como verde.
Piel.- El cloro deteriora el manto graso protector de la piel, por lo que es muy importante hidratarla después del baño, tanto la del cuerpo como la de la cara. Y es que el cloro contiene hipoclorito de sodio que puede llegar a provocar reacciones químicas en la piel, además de irritación, hinchazones o pérdida de melanina.
Uñas.- El cloro, al ser un agente irritante, puede producir hiperreactividad en las uñas en personas susceptibles, afectando a la adherencia de esmaltes y el efecto de otros productos para cuidar y mimar las uñas. Las uñas se protegen hidratando y nutriendo desde la matriz, bastan unas gotas de aceite para cutículas enriquecido con vitaminas.