Investigadores del Hospital Río Hortega de Valladolid han sugerido que los narcóticos podrían hacer sensibles a ellos a alérgicos de la población general y a toxicómanos, al demostrar que, aparte de matar por sobredosis, estos narcóticos matan por su composición.
Todo empezó con una pregunta de Blanca Martín, técnico en Farmacia, sobre por qué las drogas de origen vegetal no podían dar alergia como otros alérgenos del mismo origen que sí la producen, tales como el melocotón, los frutos secos, el trigos, el polen…etc. En este sentido, Alicia Armentia, catedrática y jefa del servicio de Alergología de este hospital ha comentado que «en principio se pensaba que las drogas dañan por ser tóxicas, pero también es tóxico el veneno de abeja, por ejemplo, y al mismo tiempo un alérgeno muy potente. Me pareció una buena pregunta, ya que durante las guardias atendía a pacientes drogodependientes que tenían síntomas de tipo alérgico, como asma, urticaria, angioedema, anafilaxia, y que no eran explicables por un mecanismo tóxico de la droga o de mono».
Por todo ello, solicitó permiso a la Audiencia Provincial de Valladolid y a la Delegación del Gobierno para poder manejar drogas decomisadas por la policía, y añade que aunque fue fácil trabajar con el cannabis y la cocaína, sin embargo, el Comité de Ética de este centro hospitalario no le dio el visto bueno para llevar a cabo pruebas con heroína, "a pesar de contar con el consentimiento de los pacientes y de ser un proyecto útil para evitar la mortalidad por opioides durante la anestesia general", un freno que no paralizó nada, pero que le llevó a sustituir la heroína por el opio, y en particular, por semillas de la cápsula de adormidera obtenidas de piensos de gallinas.
La cocaína, por su parte, llegó a través de hojas de coca de Perú. «A partir de estos productos logramos extractos diagnósticos de calidad que probamos a pacientes drogodependientes de ACLAD, con la ayuda del médico de cabecera Pedro Ruiz», ha señaladoArmentia, quien ha agregado que los pacientes drogodependientes les ayudaron de manera generosa.
Primero probaron los extractos con ellos y, más tarde, con personas alérgicas. «Encontramos pruebas cutáneas y anticuerpos positivos en muchos pacientes jóvenes, puesto que los anticuerpos permanecen muchos años a pesar de dejar el consumo, lo que puede ser útil desde el punto de vista legal y forense. Después intentamos encontrar las moléculas alergénicas que causan los graves síntomas clínicos». Sobre esta última cuestión, recuerda que no tenían la tecnología necesaria en el laboratorio, así que viajó hasta Alemania para trabajar con científicos de la Universidad de Bochum y de la farmacéutica DIATER, tras lo que consiguieron patentar los extractos diagnósticos, por lo que ya existen dos patentes españolas y 41 europeas con estos productos.
El estudio, que acaban de publicar en la revista Journal of Allergy and Clinical Immunology tras 13 años de trabajo, con el conocimiento de investigadores belgas y americanos, explica la base molecular de los alérgenos de las drogas y el alcohol, cómo se probaron, y su utilidad en la práctica clínica.
En el caso de las drogas se ha podido descubrir la fuente molecular que causa los síntomas graves, en concreto son proteínas antifúngicas naturales que tienen estas drogas para defenderse de los hongos e insectos que las atacan, y que son muy alergénicas, pueden causar asma o anafilaxia mortal. En este sentido, existen en frutas y semillas y se llaman proteínas transportadoras de lípidos.
En el caso de la cocaína, la jefa del Servicio de Alergología del Río Hortega puntualiza que su inhalación puede producir crisis asmáticas muy graves, a lo que se suma que existen productos farmacéuticos (cremas antihemorroidales y para las dentaduras postizas) y anestésicos locales que provienen de la cocaína, por lo que, a su parecer, una simple prueba cutánea con extracto de hoja de coca o la medición de anticuerpos específicos ayudarían a prevenir graves reacciones de hipersensibilidad.