Ciertas afecciones alérgicas están constantemente relacionadas con cambios en el microbioma, según apunta un reciente estudio, en el que por lo general, los bebés que mostraban una menor diversidad de microbiota intestinal en los 12 primeros meses de edad, corrían mayor riesgo de alergia a los cinco años.
La maduración del sistema inmunológico infantil y de la microbiota intestinal se producen en paralelo; por lo tanto, la conformación del microbioma puede determinar si surge una programación inmune tolerante dentro del bebé, lo que provoca que las enfermedades alérgicas estén afectando a cientos de millones de niños en todo el mundo y su prevalencia continúe aumentando.
Estas tasas crecientes coincidido con cambios sociales y ambientales que han tenido un impacto intergeneracional en los microbios colonizadores estables y sus genes colectivos que componen nuestra microbiota y microbioma, respectivamente.
Existen cuatro tipos de alergia comparten la misma etiología, con inmunoglobulina E (IgE) elevada y respuestas inflamatorias de tipo 2 activadas de manera inapropiada. Estas cuatro afecciones son: dermatitis atópica, asma, alergia alimentaria y rinitis alérgica. Un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Columbia Británica y el Hospital Infantil de Columbia Británica, publicado en la revista Nature Communications, identificó las características del microbioma intestinal y las influencias en los primeros años de vida que se asocian con el desarrollo de cualquiera de estas cuatro alergias comunes en los niños.
Este estudio es uno de los primeros en examinar cuatro alergias pediátricas distintas en edad escolar a la vez; en las que si bien cada una de estas enfermedades tiene síntomas únicos, el laboratorio de Turvey tenía curiosidad por saber si podrían tener un origen común relacionado con la composición de la microbiota intestinal infantil.
Para llevar a cabo el trabajo, los investigadores examinaron evaluaciones clínicas de 1.115 niños que fueron seguidos desde el nacimiento hasta los cinco años, y aproximadamente, la mitad de ellos (523) no tuvieron evidencia de alergias en ningún momento, mientras que más de otra mitad (592) fueron diagnosticados con uno o más trastornos alérgicos por un médico experto.
Los investigadores evaluaron los microbiomas de los niños a partir de muestras de heces recolectadas en visitas clínicas a los tres meses y al año de edad; y las muestras de heces revelaron una firma bacteriana que se asoció con que los niños desarrollaran cualquiera de las cuatro alergias a los cinco años de edad.
La firma bacteriana es un sello distintivo de la disbiosis, o una microbiota intestinal desequilibrada que, probablemente, resultó en un revestimiento intestinal comprometido y una respuesta inflamatoria elevada dentro del intestino.