Descubren que el microbioma intestinal podría ser un factor de riesgo para sufrir un ictus

Descubren que el microbioma intestinal podría ser un factor de riesgo para sufrir un ictus

La microbiota intestinal es el conjunto de todos los microorganismos, tales como bacterias, hongos, virus, protistas y arqueas, que habitan en nuestro tracto gastrointestinal, y en los últimos años se ha descubierto que puede ser un importante un factor de riesgo de diversas enfermedades metabólicas crónicas.

 

Distintos estudios han visto que la microbiota intestinal tiene gran relevancia en el desarrollo de la obesidad, y han demostrado que puede ser el factor causal en la formación de la placa de ateroma y en el establecimiento de la diabetes. Además, puede afectar al tratamiento de enfermedades como el párkinson, pues metaboliza la levodopa, el fármaco para tratarlo, a dopamina, de manera prematura en el intestino, evitando su eficacia y produciendo efectos secundarios gastrointestinales para los enfermos.

Pero no solo se la relaciona con la salud o la enfermedad, sino que es considerada un agente causal de obesidad, enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, como la esclerosis múltiple, y su análisis sirve para optimizar tratamientos farmacológicos, con fines diagnósticos, intervenciones nutricionales y trasplantes de microbiota y también en medicina preventiva, pues tener un determinado tipo de microbiota puede indicar el futuro desarrollo de una patología.

En esta línea destaca un último descubrimiento que predice la influencia de los billones de bacterias y otros microorganismos que viven en el intestino como un factor de riesgo modificable asociado con mayores probabilidades de sufrir un ictus. Este descubrimiento abre la puerta a prevenir este tipo de eventos mediante el análisis de las bacterias.

Así lo demuestra un estudio español llevado a cabo por Miquel Lledós, investigador predoctoral del grupo de Farmacogenómica y Genética Neurovascular del Instituto de Investigación del Hospital de Sant Pau-IIB Sant Pau, de Barcelona. Según el investigador, «hemos encontrado múltiples grupos bacterianos asociados con el ictus isquémico, lo que revela que el microbioma intestinal podría ser un importante factor asociado con el riesgo de accidente cerebrovascular y su evolución neurológica a corto y a largo plazo».

En este estudio tomaron muestras fecales de 89 personas que habían sufrido un accidente cerebrovascular isquémico, y en comparación con un grupo de control, pudieron identificar múltiples grupos de bacterias que se asociaron con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular isquémico.

Este descubrimiento abre la perspectiva de que, en un futuro, podríamos ser capaces de prevenir accidentes cerebrovasculares o mejorar la recuperación neurológica mediante el examen de la microbiota intestinal.

En otras patologías ya se están llevando a cabo ensayos clínicos en los que los investigadores reemplazan la flora intestinal a través de cambios en la dieta o trasplante fecal de individuos sanos, pero esto debe estudiarse más a fondo en el campo del accidente cerebrovascular, de forma que el uso de nuevas terapias como los cambios en el microbioma mediante cambios nutricionales o el trasplante fecal podrían ser útiles para mejorar la evolución post-ictus.

De esta manera, se ha visto, por ejemplo, que el exceso de grasa en la alimentación de las mujeres crea un desequilibrio de la microbiota que provoca cambios en el funcionamiento del sistema inmunitario y una inflamación generalizada que alcanza los ovarios, acelerando la menopausia. En esta linea, un trabajo publicado por investigadores chinos en la revista International Journal of Molecular Sciences, explica la cadena causa-efecto que une el exceso de grasa en alimentación con el desgaste prematuro de los óvulos en los ovarios.