La Policía Municipal de Pozuelo de Alarcón ha decomisado una partida de níscalos (lactarius zonarius) falsos, que son potencialmente perjudiciales para la salud, y que se vendían de forma fraudulenta en una tienda de frutas situada cera de la Plaza del Gobernador, ubicada en la zona de la Estación de esta localidad madrileña.
La actuación policial se produjo tras una denuncia de varios miembros de la Sociedad Micológica de Pozuelo que advirtieron de la venta engañosa de este producto que carecía del etiquetado correspondiente.
Los agentes de la Policía Municipal se desplazaron hasta la tienda y comprobaron la venta de estas setas sin ningún tipo de control y con la apariencia de níscalos verdaderos.
Además, las cajas desprendían mal olor, tenían mal aspecto y había moscas sobre los alimentos.
El mismo día de la intervención, los agentes procedieron a inmovilizar la mercancía, que posteriormente ha sido destruida, y levantaron un acta por un presunto fraude en la venta de productos alimentarios.
Posteriormente acudieron a la tienda, regentada por una familia extranjera, varios técnicos de consumo del Ayuntamiento de Pozuelo, que les notificaron la sanción a la que se enfrentan, según fuentes municipales.
Los níscalos fraudulentos son fácilmente confundibles con los verdaderos, ya que su visión sobre el terreno los hace muy parecidos a los deliciosus, de ahí que sea conocido como falso níscalo.
La diferencia más evidente es que el látex que suelta cuando se desprende no es de color naranja, como el del comestible, sino de color blanco, que permanece inmutable y no cambia a amarillo al contacto con el aire.
El llamado falso níscalo no es una especie comestible, ya que se trata de un hongo de sabor desagradable que puede ser muy indigesto. De hecho, su ingesta puede acarrear problemas gastrointestinales e irritación de tracto intestinal que desaparecen a los pocos días.
Estos días otoñales comienza la temporada de níscalos que pueden alcanzar un precio de hasta 15 euros el kilo.