Los Servicios de Alergología de los Hospitales General, Consorcio Hospitalario Provincial y comarcal de Vinaròs se han aliado para prevenir y tratar las posibles reacciones alérgicas a los tratamientos oncológicos, un avance que mejora la calidad de vida de pacientes con cáncer y que aumenta su supervivencia.
Este trabajo conjunto se ha concretado en la publicación del libro “Oncoalergia. Manejo de las reacciones infusionales en Oncología”, un manual que recoge en varios capítulos diferentes aspectos sobre la práctica clínica diaria escritos por un total de 25 profesionales de estos tres centros de la provincia.
Esta publicación, de referencia a nivel nacional e internacional, está dirigida a especialistas en Oncología, Farmacia, Alergología y Enfermería que trabajan en la administración de tratamientos oncológicos y puede ser también de utilidad para que pacientes y familiares comprendan las reacciones infusionales y cómo prevenirlas.
El Servicio de Alergología del Hospital Provincial es uno de los servicios con mayor experiencia en España sobre la desensibilización, un procedimiento terapéutico dirigido a pacientes con cáncer que han sufrido una grave reacción alérgica al recibir el tratamiento de quimioterapia. En este sentido, el alergólogo del Provincial, Julián Borrás, ha explicado que “se recurre a la desensibilización cuando el especialista en Oncología médica estima que no existe otra alternativa terapéutica mejor para continuar con el tratamiento del paciente que el fármaco que le ha provocado esa reacción”, para añadir que “estas desensibilizaciones permiten, por tanto, que los pacientes puedan seguir con éxito el tratamiento prescrito”.
Por su parte, el Jefe de Servicio de Oncología Médica del mismo centro, Alfredo Sánchez, ha señalado que a la quimioterapia tradicional se han sumado actualmente otros fármacos, principalmente anticuerpos, para el tratamiento de neoplasias concretas que han motivado que el número de reacciones alérgicas a medicamentos haya aumentado. “De ahí la importancia de la estrecha colaboración con Alergología para realizar las maniobras necesarias para que los pacientes que desarrollen algún tipo de alergia puedan recibir los tratamientos indicados”, ha subrayado.
De esta manera, la desensibilización se realiza cuando los pacientes muestran los síntomas propios de una alergia grave como urticaria, hinchazón, hipotensión o dolor abdominal a los pocos minutos de iniciar la terapia oncológica.
Ante estos casos, el tratamiento se suspende inicialmente y, una vez se comprueba que la causa de la reacción ha sido provocada por el fármaco suministrado y que no hay ninguna contraindicación desde el punto de vista alergológico, se procede a la desensibilización.
Este procedimiento consiste en suministrar al paciente por vía intravenosa la dosis terapéutica prescrita por Oncología en pequeñas cantidades que se van incrementando progresivamente para intentar conseguir una tolerancia al medicamento.
Durante este proceso, que dura entre 4 y 12 horas, el paciente se encuentra bajo supervisión de Alergología.