La Comunidad de Madrid ha activado este mes su sistema de información diaria de los niveles de polen presentes en la atmósfera regional desde su Red Palinológica (Palinocam), un dispositivo que estará operativo de lunes a viernes, hasta el próximo 30 de junio, bajo la coordinación de la Consejería de Sanidad a través de la Dirección General de Salud Pública.

Los datos recabados en cada jornada se representan en la elaboración y el envío de boletines informativos, sobre los niveles registrados por las estaciones de control; y los comunicados llegan al usuario a través de una suscripción gratuita tanto por correos electrónicos como por SMS, que pueden solicitarse a través de un mensaje de texto con el asunto: ALTAPOLEN al número 217035. Además, se procede diariamente a la actualización continua de la web institucional del servicio.

Durante esta época del año, el polen de la familia de las cupresáceas es el más frecuente en la atmósfera y prácticamente el único en esta estación que causa alergias.

Este tipo de plantas incluye diversas especies de árboles y arbustos, y entre los más habituales se encuentran las arizónicas, muy frecuentes en las urbanizaciones.

Eel sistema de vigilancia del polen atmosférico se realiza a partir del muestreo ininterrumpido, los 365 días del año, del aire recogido por 10 captadores volumétricos distribuidos por la región. Los granos de polen se depositan sobre una superficie adhesiva que se recoge de forma manual y que se analiza en el laboratorio con microscopio óptico.

Los técnicos de Salud Pública recomiendan que la persona afectada conozca diferentes cuestiones sobre la alergia, a qué tipo de polen tiene alergia, los periodos del año en que polinizan las plantas correspondientes, la concentración en el aire y, si es posible, la predicción de los niveles.

Otros puntos importantes pasan por la medicación, según las pautas prescritas por el médico, y la utilización de diferentes complementos para la nariz, los ojos o la boca.

La Consejería de Sanidad ha recordado además que los fármacos antihistamínicos pueden producir somnolencia y disminución de la atención, lo que debe tenerse muy en cuenta a la hora de conducir y realizar otras actividades que requieran concentración.