Debido a las precipitaciones con las que terminó marzo, la primavera 2024 ha comenzado con unos niveles de alergia moderados, pero bcon el paso de los días los alérgicos a pólenes van a ir notando un empeoramiento de sus síntomas, ya que la una tregua de unos días, los alérgicos al polen están volviendo a padecer los incómodos estornudos, picor de ojos, moqueos y toses debido al calor de estos días.
La lluvia de las últimas semanas ha reducido los índices polínicos, pero la situación actual, mucho más estable y sin precipitaciones, ha elevado de nuevo los niveles de alergia, de manera que en estos días nuestro país presenta unos índices moderados de polinosis y alergia, y sólo algunos puntos del noroeste y del sureste tienen unos elevados niveles de alergia.
En concreto, las provincias de Lugo, A Coruña, Pontevedra y Orense registran unos altos índices de polinosis de abedul, mientras que en las provincias de Córdoba, Huelva, Sevilla y Málaga el polen del olivo está teniendo una incidencia muy elevada y lo va a seguir teniendo en los próximos días.
En el resto del país, el polen de gramíneas a principios del mes de abril, está teniendo una incidencia moderada. Además, las previsiones indican que en los próximos días, coincidiendo con el incremento de las temperaturas, la incidencia de los pólenes se va a incrementar de forma notable, por lo que los pacientes van a ver intensificados los síntomas de alergia.
Con todo, lo peor es que, según los expertos, las particularidades climáticas de este año, con temperaturas más suaves y con altas precipitaciones, van a provocar una alergia más intensa en buena parte de España, ya que vamos a sufrir unas condiciones propicias para que los granos de polen se mantengan más tiempo en el ambiente durante la primavera lo que agrava los síntomas de alergia en los pacientes alérgicos.
Según ha señalado la profesora Carmen Andreu, secretaria de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC),"también va a aumentar la incidencia de las enfermedades respiratorias como el asma, la rinitis alérgica y la conjuntivitis, y además, cambia la distribución y la cantidad de polen en las áreas urbanas, así como los periodos y la duración de las temporadas con mayores niveles de polen”.
Se estima que en España unos ocho millones de personas alérgicas de los que la mayoría de ellas son alérgicas a las gramíneas, unas especies de plantas cuyo polen tiene una mayor incidencia en verano.
Los registros elevados de alergia dependen de varios factores, como las lluvias o los vientos, que pueden disminuir el riesgo de padecerlas. Por el contrario, una lluvia constante también puede favorecer una mayor polinización y con más fuerza de cara a la primavera.
De la misma manera, las temperaturas suaves favorecen la producción de polen de las plantas y árboles, especialmente durante la primavera, aunque hay que tener en cuenta que las temperaturas muy elevadas en esta época pueden llegar a acortar el periodo de polinización de especies como las gramíneas y otras plantas herbáceas.
Otro factor a tener en cuenta es el viento, ya que cuando se produce un aire intenso, este contribuye a limpiar el ambiente y actúa como higienizador de la atmósfera, mientras que un viento suave podría arrastrar el polen de un lugar a otro.