Un grupo de investigadores de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) ha identificado restos de neumáticos en la calima que llega a Canarias desde El Cairo, un indicador de la influencia del cambio climático en el incremento de las alergias respiratorias.
Las enfermedades alérgicas representan en la actualidad un problema de salud pública, que afecta cada vez a un mayor número de personas, con una prevalencia cada día en aumento.
Según Teresa Carrillo, profesora titular de Medicina de la ULPGC y jefa del Servicio de Alergología del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, "uno de cada cuatro individuos en los países desarrollados tendrán a lo largo de su vida, algún tipo de enfermedad alérgica, una patología crónica con la que hay que aprender a convivir y que, en algunos casos, reviste casos muy graves», y apuntó las elevadas consecuencias socio-económicas derivadas de estas patologías.
Según cuenta el diario local La Provincia, la profesora e investigadora de la ULPGC ha calificado la alergia como «una respuesta exagerada y desmedida» del sistema inmune frente a sustancias que no suponen ninguna amenaza, que puede estar en el ambiente o incluso en el propio organismo y que el sistema inmune no debería reaccionar contra ella", y citó el cambio climático y la contaminación natural como uno de los indicadores que han contribuido al incremento de las alergias en la población mundial.
En este sentido aclaró que «tenemos que tener en cuenta la contaminación natural, recuerden la cantidad de contaminantes que emitió el volcán de La Palma, pero sin lugar a dudas, el mayor productor de contaminación natural a nivel mundial es el desierto del Sáhara, que tenemos al lado, y emite, cada vez con más frecuencia organismos que llegan a grandes distancias».
La especialista ha señalado que dicha calima está compuesta de material particulado, fundamentalmente arcillas, silicatos y minerales, pero cuando se forma las tormentas, también contienen restos de polenes, de insectos y contaminantes proveniente del Norte de África.En este sentido ha explicado que «por ejemplo, investigadores del Departamento de Física de la ULPGC han identificado restos de neumáticos de El Cairo en la calima que llega a las Islas Canarias», al tiempo que apuntaba que en los últimos años ha habido un incremento en la frecuencia de la calima y en la intensidad de la misma, alcanzando niveles en su contenido muy superiores a los considerados seguros para la salud.
Según la doctora Carrillo, «en general a todos nos causan mucho malestar, pero a los pacientes que tienen problemas respiratorios, niños o adultos, sufren un deterioro superior, y no es raro que éstos, dos o tres días antes, perciban la llegada de la calima porque comienzan con síntomas, sobre todo en niños».
También citó la alta tasa de asma que se registra en las Islas, duplicando la media nacional, según se desprende de un estudio realizado en 2005 realizado por el Servicio de Neumología del Negrín en colaboración con el de Neumología del Hospital Nuestra Señora de la Candelaria en el que se incluyeron más de 7.000 individuos entre 22 y 40 años.