El Hospital de Villarrobledo, nuevo referente para detectar alergias alimentarias

El Hospital de Villarrobledo, nuevo referente para detectar alergias alimentarias

El Hospital General de Villarrobledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), se ha convertido centro de referencia para detectar intolerancias digestivas, alcanzando en 2023, un total de 450 pruebas con un incremento significativo en la realización de test de aire espirado para diagnosticar intolerancias alimentarias a la lactosa y la fructosa) y sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado.

 

Este centro, además de comprender el área sanitaria de Villarrobledo, también es centro de referencia en la realización de estas pruebas para el área de Manzanares, fortaleciendo su papel como líder en atención médica especializada.

Actualmente, el hospital realiza tres tipos de pruebas: intolerancia a la fructosa, intolerancia a la lactosa y el Test  de sobrecrecimiento bacteriano (SIBO). Este último se ha incluido recientemente por la creciente demanda por parte de alergólogos y especialistas digestivos.

Estas pruebas comprenden la ingesta de una solución líquida rica en azúcares fermentables y unas recomendaciones previas a la prueba. Posteriormente, se obtendrá una medición de gases exhalados que proporcionan al facultativo la información necesaria para el diagnóstico de estas patologías.

El Servicio de Enfermería de Endoscopias, liderado por Pilar López y Lucía Acosta, desempeña un papel crucial en la realización de estas pruebas. Este equipo, altamente capacitado, lleva a cabo los test de aire espirado, que consiste en la recopilación de ocho muestras de aliento en intervalos específicos durante aproximadamente cuatro horas.

Según ha afirmado el supervisor de Enfermería de la Gerencia de Villarrobledo, Carlos Catalán, este incremento se atribuye a un mayor conocimiento sobre la microbiota intestinal y en la importancia que tiene para la salud de los pacientes y su calidad de vida la detección de intolerancias digestivas”, y ha añadido que “no es una prueba que diagnostique trastornos vitales, pero que ayuda a solucionar de manera inmediata el trastorno y mejorar así considerablemente la calidad de vida de pacientes que se quejan de tener la barriga muy hinchada cuando comen y de otros síntomas como flatulencias, malestar abdominal, diarrea o estreñimiento”.

En ese sentido, el supervisor ha asegurado que “no es una prueba que diagnostique trastornos vitales, pero que ayuda a solucionar de manera inmediata el trastorno y mejorar así considerablemente la calidad de vida de pacientes que se quejan de tener la barriga muy hinchada cuando comen y de otros síntomas como flatulencias, malestar abdominal, diarrea o estreñimiento”.

 

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