La desensibilización a pacientes con alergia a quimioterápicos es una técnica que consiste en inducir la tolerancia a un fármaco en un paciente alérgico al mismo.
Algunos pacientes oncológicos pueden experimentar alergia a los contrastes yodados o a la propia quimioterapia, y “para estas personas no acceder al medicamento más efectivo para su enfermedad, puede traducirse en una pérdida de esperanza de vida” ha asegurado la dra. Isabel Fernández de Alba, alergóloga de HLA Inmaculada de Granada, y responsable de esta técnica en el hospital.
La complejidad de este procedimiento y la historia clínica de los pacientes hace necesaria la implicación coordinada de áreas como Oncología, Unidades de Cuidados Intensivos, Alergología, Hospital de Día y Farmacia. De esta manera, según indica Fernández de Alba, “en los casos más complejos, la técnica se realiza en la UCI, donde el paciente puede ser estrechamente monitorizado. Lo más complejo de la intervención es el riesgo de anafilaxia, una reacción alérgica grave que afecta a dos o más órganos. En nuestro centro, uno de los pocos en medicina privada que realiza esta técnica a nivel nacional, conseguimos minimizar este riesgo con premedicación, un entorno lo más controlado posible y la coordinación de distintas especialidades”.
El diagnóstico de alergia a la quimioterapia, por ejemplo, al cisplatino, se confirma mediante un estudio alergológico completo. Es entonces cuando se premedica al paciente y se le administra la quimioterapia siguiendo los protocolos validados de desensibilización, en los que la velocidad inicial de infusión es mínima y se va aumentando progresivamente hasta lograr la completa tolerancia de la infusión.
Según concluye la especialista, “en el Hospital HLA Inmaculada usamos el protocolo más novedoso, con una única bolsa de infusión (anteriormente se usaban 3 bolsas distintas), con lo que minimizamos posibles complicaciones en el manejo o administración de varias bolsas de quimioterapia”.
Estos protocolos de tratamiento dan una segunda oportunidad en el abordaje de pacientes tanto oncológicos como de otras patologías con el tratamiento más efectivo para su dolencia.
Este procedimiento, que requiere de los profesionales más experimentados y un entorno lo más seguro posible, se puede realizar en el HLA Inmaculada de Granada gracias a su nueva Unidad de Cuidados Intensivos, un área recientemente reformada y readaptada con seis boxes individuales con posibilidad de cambiar el sistema de refrigeración del aire, lo que permite que, en función de la patología del paciente, se readapte la circulación del aire creando una presión negativa o positiva dentro del box de la UCI.
Esta nueva unidad, que cuenta con la más avanzada tecnología, se suma a las recientes ampliaciones y reformas llevadas a cabo en el hospital, como son la nueva área quirúrgica, una zona pediátrica independiente, la ampliación de las cuatro plantas de hospitalización, la renovación del laboratorio de análisis clínicos y la próxima ampliación del área de diagnóstico por la imagen.