Una investigación publicada en la revista Mucosal Immunology ha recogido numerosas evidencias que sobre la relación entre los antibióticos y algunos efectos secundarios que estos pueden producir en los más pequeños, tales como asma o alergias.

El estudio, realizado conjuntamente por las universidades de Rutgers, Nueva York y Zurich, destaca que los medicamentos más utilizados en los niños podrían tener efectos secundarios permanentes, ya que pueden afectar la microbiota intestinal y sus funciones metabólicas, por lo que podrían afectar a la inmunidad de la persona.

Para realizar la investigación se utilizaron ratones de apenas cinco días de vida a los que les proporcionaron agua, azitromicina y amoxicilina en la primera parte del experimento. Más adelante, cuando los ratones alcanzaron la edad adulta, los científicos les expusieron al alérgeno producido por los ácaros del polvo doméstico.

Como resultado, los ratones que habían tomado cualquier antibiótico, aunque especialmente azitromicina, tenían respuestas inmunológicas intensificadas, es decir, tenían alergia.

En la segunda y tercera etapa del experimento se pudo comprobar que ciertas bacterias intestinales que son críticas para el desarrollo adecuado del sistema inmunológico mueren tras una exposición temprana al antibiótico, lo que acaba causando alergias y amas, aunque esto no ocurre si se toma el antibiótico posteriormente.

Según ha señalado Martin Blaser, uno de los autores del estudio, "este experimento prueba la fuerte evidencia que los antibióticos cusan que se desarrollen respuestas inmunitarias no deseadas a través de su efecto en las bacterias intestinales, pero solo si estas bacterias intestinales se alteran en la primera infancia".al tiempo que destacab que "la única variable en la primera parte fue la exposición a antibióticos. En las otras dos etapas la única variable fue si la mezcla de bacterias intestinales se había visto afectada por los antibióticos. Todo lo demás sobre los ratones era idéntico".