Saber manejar de óptimamente el eccema en la piel del bebé, una de las patología dermatológicas más frecuentes en los más pequeños, resulta fundamental tanto para los profesionales de la pediatría como para los cuidadores, motivo por el que la aparición de nuevas pautas basadas en la evidencia, resultan de interés para la salud y bienestar del niño.
El eccema conocido también como dermatitis atópica es una patología dermatológica muy común en los bebés que puede afectar a su piel, y que suele implicar a toda la familia, por lo que es importante manejarlo de forma óptima en esta etapa del desarrollo del niño.
En este sentido, desde la Universidad McMaster en Ontario (Canadá), acaban de descubrir nuevas pistas para un correcto abordaje de esta patología, en las que han participado el equipo del Dr. Derek Chu, profesor asistente de la División de Alergia e Inmunología de la Universidad McMaster y copresidente de las próximas directrices sobre dermatitis atópica de la Academia Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología y del Colegio Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología.
"Reconocer la dermatitis atópica, favorecer su remisión y mantener, a continuación, el control de esta patología puede convertirse en un desafío tanto para los médicos como para los cuidadores", ha asegurado en este sentido Derek Chu.
Las conclusiones de su trabajo, publicadas en el Canadian Medical Association Journal, se pueden resumir en una serie de mensajes clave para los profesionales médicos de atención general y especializada, así como para los cuidadores, con el objetivo de promover las mejores prácticas para controlar la dermatitis atópica en los bebés.
Entre estas conclusiones destaca la consideración de la dermatitis atópica como una afección inflamatoria que requiere, por tanto, tratamiento antiinflamatorio. De esta manera, el manejo de la mismo pasa, según sus recomendaciones, por usar la dosis más baja de esteroides tópicos para controlar los brotes; teniendo en cuenta que su aplicación una vez al día "es tan efectiva como dos veces al día".
Si los brotes reaparecen con frecuencia, el uso intermitente de medicamentos tópicos (dos días consecutivos, por ejemplo, los fines de semana) podría prevenir brotes posteriores.
Asimismo, el experto ha recordado que la dermatitis atópica en las mejillas, la parte externa de las extremidades y el tronco es común en los bebés, mientras que el eccema clásico, que afecta detrás de las rodillas y en los pliegues de los codos, puede desarrollarse en períodos más tardíos de la infancia.
Así las cosas,, el Dr. Derek Chu se ha referido a nuevas evidencias según las cuales, cualquier tipo de humectante (loción, crema, gel o ungüento) usado al menos dos veces al día, ayudaría a controlar dicha patología.
Asimismo, ha recalcado, en base a la evidencia, que esta no respalda el uso rutinario de antibióticos para tratar la infección bacteriana secundaria local derivada de dicha dermatitis.
Por útimo, el especialista ha considerado que evitar ciertos alimentos, no necesariamente beneficia al eccema y ha advertido de que, incluso, puede aumentar el riesgo del bebé a sufrir cierta alergia a los alimentos.