La mucosidad propia de un catarro o un constipado puede resultar inofensiva, y en muchas ocasiones se convierte en una manera de expulsar microorganismos dañinos para el cuerpo; sin embargo, también puede convertirse en un factor de riesgo potencialmente mortal para pacientes crónicos. Esta situación podría evitarse ahora, gracias a un nuevo fármaco con el que tratar la secreción incontrolada de mucinas en las vías respiratorias.
De esta manera, un equipo de investigadores codirigido por el Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas (Estados Unidos) ha desarrollado el primer fármaco para tratar la secreción incontrolada de mucinas en las vías respiratorias, que provoca síntomas potencialmente mortales en millones de personas con asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o fibrosis quística (FQ), así como enfermedades pulmonares derivadas del cáncer y de su tratamiento.
Según explica en el artículo, publicado en la revista científica Nature, el doctor Burton Dickey, profesor de Medicina Pulmonar y coautor del estudio, «la mucosidad es un problema importante en medicina pulmonar, porque en las personas con estas enfermedades comunes, la mucosidad espesa puede bloquear las vías respiratorias y causar síntomas que van desde una tos leve hasta disminuciones muy graves de la función pulmonar», al tiempo que aclara que «la mayoría de los fármacos para estas afecciones actúan para reducir la inflamación o expandir las vías respiratorias para ayudar a las personas a respirar mejor, pero la mucosidad es el problema más grave. Nuestra investigación ha creado el primer fármaco que detendría la secreción de mucinas en su camino».
Las enfermedades pulmonares muco-obstructivas afectan a cientos de millones de personas en todo el mundo, y muchos pacientes con cáncer acaban padeciendo una enfermedad pulmonar, porque los tratamientos oncológicos o el propio cáncer les dejan inmunodeprimidos.
Normalmente, las mucinas se liberan gradualmente en las vías respiratorias, donde absorben agua y forman una fina capa de moco protector que atrapa a los patógenos y es fácilmente eliminado por los cilios. En las enfermedades pulmonares muco-obstructivas se liberan repentinamente grandes volúmenes de mucinas que, al no poder absorber suficiente agua, dan lugar a un moco espeso que puede obstruir las vías respiratorias y perjudicar la función pulmonar.
El laboratorio de Dickey comenzó a estudiar la secreción de mucina hace dos décadas. En esta línea, el doctor Philip Jones, vicepresidente de Therapeutics Discovery y director del Institute for Applied Cancer Science, diseñó un péptido engrapado con hidrocarburos, el SP9, cuyo objetivo era bloquear el Syt2. Este especialista ha explicado que «construimos una imagen de cómo era la maquinaria secretora y conocimos a todos los actores principales. Una vez que tuvimos una idea de cómo funcionaban todas las piezas juntas, determinamos que la sinaptotagmina-2 (Syt2) era la mejor proteína para bloquear la secreción de mucina porque sólo se activa con un alto nivel de estimulación. Por lo tanto, el bloqueo de la actividad de Syt2 debería impedir la liberación repentina y masiva de mucina sin perjudicar la secreción lenta y constante de mucina que es necesaria para la salud de las vías respiratorias».
Los péptidos engrapados son un desarrollo terapéutico reciente que implica aminoácidos modificados que forman puentes cruzados de hidrocarburos para mantener su estructura rígida y así poder unirse a una proteína objetivo y mostrar una mayor estabilidad; y se han utilizado para tratar otras enfermedades, incluido el cáncer. Sin embargo, el SP9 podría ser el primer péptido engrapado que se utilizaría como terapia inhalada.
El laboratorio Dickey utilizó una versión en aerosol en un modelo de ratón para confirmar que el fármaco reducía la secreción de mucina y el bloqueo de las vías respiratorias por el moco. En el asma, la EPOC y la fibrosis quística se ha demostrado que los tapones persistentes provocan la enfermedad más grave, y ahora se hadesarrollado este fármaco que podría ser definitivo para tratar estas enfermedades, si se demuestra que funciona en los ensayos clínicos.