Los nuevos tratamientos para la urticaria crónica espontánea (UCE) están basados en la experiencia de los pacientes y médicos, según se desprende de diversas investigaciones presentadas en el XXIII Congreso de la Sociedad Europea de Dermatología y Venereología, que se celebra estos días en Amsterdam.
En concreto, según ha informado la responsable de la Unidad de Inmumnología-Alergia Cutánea y Fotobiología del Hospital del Mar de Barcelona, Ana M. Gimenez-Arnau, se ha mostrado un trabajo que demuestra que si los médicos aprenden a valorar la severidad de la enfermedad usando una escala creada por los pacientes sobre su calidad de vida, se obtienen "mejores" resultados en el tratamiento.
"Todos los estudios que se han presentado en el encuentro están focalizados en el paciente, porque lo más importante es la mejora y el confort que tenga ya que es una enfermedad que, aunque no mata, condiciona gravemente la vida de quienes la padecen", ha apostillado la experta.
Se trata, tal y como ha comentado el médico adjunto del servicio de Dermatología del Complejo Hospitalario de Navarra, Marcos Hervella Garcés, de una patología que afecta al 1 % de la población, especialmente a mujeres de entre 20 y 40 años.
Se considera que es urticaria crónica cuando dura más de 6 semanas y su curso es "más difícil" de controlar. "Siempre ha sido una enfermedad huérfana a pesar de que afecta a un número muy importante de personas. Afortunadamente en los últimos años se han producido avances muy claros en el abordaje de esta enfermedad", ha apostillado el experto.
Por su parte, la dermatóloga de la Unidad de Inmunología-Alergia Cutánea del Departamento de Dermatología del Hospital Sant Pau de Barcelona, Esther Serra, ha informado de la nueva indicación de omalizumab, comercializado con el nombre de Xolair, para el tratamiento de la urticaria crónica espontánea.
Y es que, según los ensayos clínicos, en los que han participado más de 900 pacientes, este fármaco consigue mejorar de forma "espectacular" la calidad de vida de los pacientes ya que, desde la primera inyección, se produce una reducción "rapidísima" en el prurito y en el número de habones.
El tratamiento sólo está indicado para aquellos pacientes con urticaria crónica espontánea de moderada a severa y en los que el tratamiento de primera línea, con antihistamínicos, ha fallado. "Este tratamiento lo llevábamos utilizando los profesionales médicos desde hace años porque los pacientes notaban una mejoría muy importante y, por fin, los ensayos clínicos nos han respaldado la experiencia que teníamos con ellos en el tratamiento de esta enfermedad", ha apostillado Hervella.
La nueva indicación, en dosis de 300 miligramos, fue aprobada el pasado mes de febrero por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) y en marzo por la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés).
"Es la primera vez que se desarrolla un estudio tan grande para la urticaria crónica espontánra y es la primera vez que se esta patología se pone en la misma línea que el resto de enfermedades dermatológicas", ha zanjado Gimenez-Arnau.