Un grupo de expertos británicos en alergias ha asegurado que la explosión de una alergia supone un gran riesgo para los veganos y los vegetarianos, de manera que los casos de síndrome alimentario por polen (PFS) han aumentado en los últimos años debido al calentamiento global y a los cambios en los patrones del polen.

De esta manera, los ataques de PFS suelen desencadenarse por la ingesta de frutos secos, y frutas o verduras crudas, aunque también pueden ser provocados por alimentos más comunes entre las personas que evitan los productos animales. Entre estos alimentos destacan la leche de soja, los aguacates, las judías de edamame y los batidos de frutas. En este contexto, según la Dra. Isabel Skypala, consultora en dietética para alergias del Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS), «cinco de cada diez personas tienen PFS, mientras que hace diez años eran dos”.

En este sentido, la doctora ha afirmado que la última investigación que realizó en 2008 mostró que “el 2 % de los adultos lo padecían”, y ha asegurado que, desde entonces, la cifra se ha duplicado. “En mi clínica del hospital Royal Brompton de Londres, cinco de cada diez personas tienen PFS, mientras que hace diez años eran dos”, ha comentado al respecto.

La mayoría de los alérgicos solo presentan síntomas leves, como picor y hormigueo en la boca; sin embargo, cada vez más personas experimentan náuseas, vómitos o dificultad para respirar, que serían las reacciones más graves; al tiempo que los servicios especializados carecen de recursos suficientes, por lo que los pacientes suelen esperar meses para ser atendidos.

Por otro lado, Skypala ha elaborado unas directrices clínicas para la Sociedad Británica de Alergia e Inmunología, que consisten en aconsejar a los médicos de cómo diferenciar el PFS de la alergia a frutos secos, con la que a menudo se confunde. En este sentido, la especialista ha explicado que “el predominio de PFS se produce en un momento en el que vivimos un cambio mundial en los hábitos alimentarios, con más personas comienzan un estilo de vida vegetariano o vegano. Una dieta vegana o vegetariana puede incluir alimentos que provoquen reacciones graves al PFS”.