Cristina García del Campo ha registrads más de 350 casos de reacciones graves por uso de metamizol en España, el popular medicamento conocido como Nolotil, desde finales de los 90. De ellos, 45 acabaron en muerte, y entre estos, 30 eran británicos y 6 irlandeses, una cifra alarmantemente alta que le ha llevado a presentar una demanda contra el Ministerio de Sanidad.
Recientemente, los representantes legales de la Asociación de Afectados por Fármacos, que fundó y preside Del Campo, presentaron una demanda ante la Sección Octava de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, con el objetivo de impedir el uso de este fármaco cuyo nombre comercial es Nolotil, propiedad del laboratorio alemán Boehringer Ingelheim, en ciudadanos de países donde ya se haya prohibido: Australia, Noruega, Estados Unidos, Dinamarca, Arabia Saudí, Pakistán, Suecia, etc.
Así las cosas, cerca de 40 estados, incluido el Reino Unido, han retirado el medicamento, que es todo un superventas en España.
Del Campo empezó a investigar el asunto por casualidad alertyada por un buen número de británicos residentes en Jávea, su localidad, implicados en el asunto. A uno de sus alumnos le detectaron un tumor que, en principio, no revestía ningún problema. "Nos dijeron que lo habían cogido a tiempo, que se iba a curar. Estuvo tomando Nolotil unos dos meses y empezó una infección terrible, con gangrena, la piel se le quitaba... Murió a los pocos días, yo fui la última persona en estar con él".
Del Campo había oído hablar de otros casos similares de sepsis que aparecían tiempo después de una operación y comenzó a recabar información, que acabó presentando al Hospital de Dénia, para el que solía trabajar como traductora médica. "Les dije, 'creo que los británicos se están muriendo por metamizol'. Me dijeron que no podían hacer nada hasta que no recibieran instrucciones de más arriba, así que me puse en contacto con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), el Ministerio de Sanidad y el Centro Farmacológico de la Comunidad Valenciana".
Entonces comenzó a preguntar en los grupos de inmigrantes británicos en España y, cuando reunió 100 casos de reacciones adversas, se presentó ante la AEMPS, y un mes después, la agencia emitió una nota informativa en la que recomendaba usar metamizol en tratamientos de corta duración y vigilar la aparición de sintomatología de agranulocitosis, desaconsejando su uso en pacientes "en los que no sea posible realizar controles", como los turistas.
La agranulocitosis es una reducción importante de un tipo de glóbulo blanco (los granulocitos) en la sangre. El sistema inmune se debilita y es más susceptible a las infecciones y la sepsis, potencialmente mortal.
En la ficha técnica del fármaco se describe esta patología como un efecto secundario muy raro, que se da en uno de cada 10.000 casos. Sin embargo, su frecuencia no es la misma entre distintas poblaciones, de manera que un estudio de 2009 de ingresos por agranulocitosis asociada a metamizol en el Hospital Costa del Sol de Marbella observó que, de los 13 pacientes, 8 eran extranjeros, y 5 de ellos de Reino Unido.
Así las cosas, según explica el diario digital El Español, los casos de agranulocitosis entre la población británica eran entre 80 y 120 veces más frecuentes que en la población española, algo que lleva a Del Campo a comentar que "no entendía por qué no se recomendaba solo para la población flotante, los turistas, porque casi todos los casos eran de residentes en España".
La presidenta de ADAF explica que tiene constancia de pacientes que pidieron de viva voz que no se les administrara Nolotil o que su historial tenían descritas reacciones alérgicas al fármaco pero que, aun así, se lo han dado en el hospital. "Lo que más me preocupa es que se sigue dando a la gente en contra de su voluntad", afirma Del Campo, para añadir que. "muchas veces no lo pone en el informe".
La agranulocitosis se manifiesta como un malestar general, fiebre persistente y dolor de garganta pero también con hemorragias o sangrados, "una serie de signos que nos advierten de que algo no está funcionando adecuadamente". La cuestión es que su aparición puede darse en cualquier momento y no depende de la dosis, por eso "no se suele recomendar el tratamiento por encima de una semana".
Tampoco se recomienda a personas inmunosuprimidas, mayores o embarazadas en el tercer trimestre de gestación. La aparición de agranulocitosis "está relacionada con unos alelos concretos los antígenos HLA, presentes en las células, que aparecen con más frecuencia en poblaciones no solo británicas sino también irlandesas y escandinavas", ha explicado María Madariaga, presidenta de la Sociedad Española del Dolor, quien ha advertido de que "no es un fármaco que nos encante". El problema, en su opinión, es que las poblaciones de los países ya no son tan homogéneas, y la movilidad entre los ciudadanos es mucho mayor ahora que hace unos años y, por tanto, no debería reducirse las recomendaciones a la población flotante.
Para la médica de familia y responsable del Grupo de Trabajo del Dolor de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, Juana Sánchez, la cuestión no es tan prioritaria. En este sentido, ha afirmado que "en mis 40 años de ejercicio solo he visto un caso de agranulocitosis", para añadri que "los efectos secundarios graves se pueden dar con cualquier fármaco".
Del Campo ha recogido muertes de ciudadanos españoles relacionadas con el uso del metamizol, pero de las 45 registradas desde 1996, solo ocho han sido de personas de origen español. "Son pocos casos en más de 20 años", sostiene Sánchez, aunque es notable la mayor incidencia entre la población británica en nuestro país. Con todo, la médica recuerda la importancia de seguir estrictamente las recomendaciones de las autoridades pertinentes.