Ya hace un siglo se destapó una controversia científica sobre si la lanolina era o no un alérgeno cutáneo. Ahora, un nuevo estudio vuelve a reavivar esta posibilidad en un ingrediente elaborado a base grasa animal que se utiliza ampliamente en la industria cosmética mundial.
Así las cosas, un grupo de investigadores de la Universidad de Columbia, en Nueva York, han vuelto a reavivar esta controversia científica que tuvo su inicio en 1922, a través de un estudio pubñlicado por la revista Dermatitis, en el que los autores recuerdan que la lanolina es una mezcla compleja de ésteres de alto peso molecular, alcoholes alifáticos, esteroles, ácidos grasos e hidrocarburos que se ha utilizado ampliamente durante siglos por sus propiedades emolientes.
La controversia en cuanto a su alergenicidad comenzó en la década de 1920, y aún hoy sigue siendo un problema, debido a que la detección de dermatitis de contacto inducida en piel enferma mediante pruebas de parche en piel normal puede dar lugar a resultados falsos negativos, de forma que los pacientes con una prueba de parche positiva podrían tolerar su uso en la piel normal.
Aunque la lanolina es un sensibilizador débil y la frecuencia de alergia de contacto en la población europea es del 0,4 %, existen condiciones concomitantes de alto riesgo, tales como dermatitis por estasis, úlceras en las piernas, dermatitis perianal/genital o dermatitis atópica (DA).
En 1882, Otto Braun fue el primero en patentar un método para purificarla mediante la centrifugación del líquido de limpieza derivado de los lavados de lana. Como resultado, el término lanolina se acuñó a partir de las palabras latinas para lana (lana) y aceite (oleum), constituyendo una mezcla compleja de ésteres de alto peso molecular que constituyen ~87 % de la típica. El resto consiste en 11 % de compuestos libres y un 2 % de compuestos no identificados.
Dado que se compone principalmente de ésteres de alto peso molecular, se clasifica químicamente como una cera, y no como una grasa. Por ejemplo, las ovejas tienen propiedades protectoras cerosas para eliminar el agua de su lana.
La lanolina y sus derivados son ubicuos, y se utilizan como emulsionantes de agua/aceite, emolientes, humectantes oclusivos y vehículos en cosméticos y productos farmacéuticos diseñados para uso tópico en la piel, labios, uñas y cabello, y como emoliente ocular. También se emplean con fines industriales.
Desde entonces, ha habido numerosos informes de alergia a la lanolina y la primera prueba de parche positiva se informó en 1929. En cualquier caso, la prevalencia y la gravedad de la alergia han sido objeto de acalorados debates.
En las conclusiones de este último trabajo, se expone que los componentes alergénicos de esta sustancia son principalmente los alcoholes de lanolina libres; al tiempo que se ha demostrado que la lanolina hidrogenada es más alergénica que el alcohol de lanolina, mientras que la cera, el ácido y los ésteres de lanolina tienen menos alergenicidad.