Los expertos han detectado una "temprana y acusada" irrupción del polen del ciprés debido a la falta de lluvia y las altas temperaturas, que han "desencadenado la modificación" en la periodicidad e intensidad del registro de los principales pólenes en muchas zonas de España.
Por ejemplo, en el Área Sur de la provincia de Sevilla, la prevalencia de la polinosis se corresponde con el 20 % de la población, donde anualmente, un total de 5.000 pacientes polínicos son atendidos por la Unidad de Alergología situada en el Hospital El Tomillar.
Así las coxas, los especialistas han detectado la "más temprana y acusada" irrupción del polen del ciprés en la presente temporada fruto de la climatología. Frente a su debut habitual en su campaña de floración hacia el mes de enero, está presente desde el pasado mes de diciembre y, frente al registo de cifras clínicamente relevantes (superior a 150 granos de polen por metro cúbico de aire) a partir del mes de febrero, ya acumula en enero varios días con cifras destacadas, según los datos aportados por la Junta de Andalucía.
El jefe de esta unidad clínica, José Carlos Orta, estudia "diariamente" el registro obtenido en la estación captadora de pólenes. Esta actividad le permite hacer el "seguimiento continuo" de las concentraciones de polen en suspensión atmosférica. Concretamente, ha destacado "la importancia de disponer de estos recuentos, siendo una herramienta de trabajo fundamental para confirmar o identificar los diferentes tipos polínicos que producen alergias en cada población".
A través de esta práctica clínica se consigue prever la calidad biológica del aire para optimizar el abordaje y tratamiento de los pacientes con alergia. Diariamente, el captador recoge la cantidad de granos de pólenes y esporas de hongos que hay en la atmósfera. Las muestras se registran en la consulta de Alergología, donde se lleva a cabo la lectura de pólenes y hongos.
El polen del ciprés se corresponde con la polinización de las plantas de invierno pertenecientes a la familia de las cupresáceas, y forma parte del grupo de polénes más relevantes junto al de olivo, gramíneas y chenopodiaceas.
La alergia al polen es una enfermedad caracterizada por síntomas que afectan a los ojos, nariz y pulmones. Como consecuencia de la climatología cambiante, los especialistas subrayan la modificación del comportamiento polínico en los últimos años, alterando fechas de aparición, intensidad y prolongación en el tiempo.
A este respecto, los expertos llaman la atención sobre un mayor impacto entre los pacientes, ya que se está produciendo una mayor prolongación de la sintomatología y la mayor intensidad de su manifestación en algunos casos, como consecuencia de la convivencia de más de una alergia, como es el caso de la del ciprés y la del olivo. Frente a ello, los expertos aconsejan "extremar las medidas de evitación y realizar todo el tratamiento prescrito en cada caso".