Los investigadores científicos están empezando a publicar evidencias que sugieren que algunas clases de alergias alimentarias podrían ser bastante más frecuentes de lo que hasta ahora se pensaba. Es el caso de un estudio publicado recientemente en la revista especializada Pediatrics, que concluye que la Esofagitis eosinofílica podría afectar a una población mucho más diversa de lo que se creía.
Los autores analizaron información de más de un millón de niños provenientes de varios centros de atención primaria y otros centros médicos de Estado Unidos, y tuvieron en cuenta cinco condiciones alérgicas específicas: eczema, alergias alimentarias anafilácticas, asma, rinitis alérgica y esofagitis eosinofílica.
A partir de ahí, identificaron hasta 218,485 niños con alguna de estas patologías, lo que supone en torno a uno de cada cinco, dando como resultado que casi un 13 % de todos los niños mostraba dos condiciones alérgicas de manera simultánea, un dato que, en el caso de la esofagitis eosinofílica, en el que se sabe que afecta con más frecuencia a varones de etnia blanca, se detectó un porcentaje de pacientes de otras etnias mucho mayor de lo esperado, lo que llevó a los autores a pensar que algunas de las estimaciones en cuanto a la prevalencia del problema podrían subestimar su magnitud.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la esofagitis eosinofílica es una enfermedad crónica del esófago recientemente descrita, caracterizada por la presencia de una cantidad elevada de eosinófilos, un tipo de célula alérgica en la mucosa de este órgano.
La tesis más sostenida es que se trata de una forma de reacción alérgica ante ciertos alimentos o sustancias en el ambiente que provoca la inflamación de las paredes del esófago, provocando una serie de síntomas como vómitos o reflujo gastroesofágico e incluso disfagia, es decir, problemas para tragar los alimentos.
En la actualidad, las principales estrategias de tratamiento pasan por la modificación de la dieta, evitando los alimentos que pueden causar la reacción en el organismo. Con todo, existen investigaciones en marcha para dar con posibles remedios farmacológicos.